Periodico Las Americas

“Nuestras vidas son más importantes que sus ganancias”

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Pulmonia aire sucio

Lupita Pérez se hartó de respirar aire sucio todos los días de su corta vida. Y a sus 14 años de edad, decidió unirse a la pelea por un futuro de aire limpio para su hermanita que nacerá en las próximas semanas.

“Los bebés no nacen con asma. Se lo da el aire sucio y pueden morir de eso”, advierte Lupita, quien estudia su primer año de secundaria en la Desert Mirage High School, en el Valle de Coachella, CA, una de las regiones del país con peor calidad de aire. En 2014, el Valle —sobre todo su parte este, donde viven miles de familias hispanas— violó 40 días el estándar federal de calidad de aire. Pocos lugares de California sufren un bombardeo tóxico más intenso. Tanto es así que el 10% de los jóvenes del Valle sufren de asma. Uno de ellos es el hermano menor de Elijah Martínez, de 17 años, y en su último año en la Desert Mirage HS.

“El juega muy bien al fútbol, y su sueño es llegar a ser profesional, pero es triste que no pueda jugar tanto como quiere porque tiene asma”, dice Elijah.

Miles de jóvenes hispanos del Valle tienen su propia historia del sufrimiento causado por la contaminación, como Selene Hernández, cuya abuela murió de cáncer de pulmón.

“En sus últimos días se puso muy enferma y apenas podía respirar por el aire sucio. No quiero que nadie más tenga que pasar por eso”, se lamenta Selena, también a punto de graduarse de Desert Mirage HS.

Al igual que Lupita, Elijah, Selene y 100 estudiantes más de esta escuela dijeron basta, y en febrero, decidieron viajar durante 9 horas a Sacramento para testificar en las audiencias de la Agencia Federal de Protección Medioambiental (EPA) sobre la mejora de los estándares de smog en todo el país. El smog, un gas tóxico generado por la quema de combustibles fósiles, puede tener el mismo efecto en los pulmones que la quemaduras del sol en la piel. El actual máximo es 75 partes por mil millones (ppb), pero los expertos médicos, incluyendo la Asociación Pulmonar Americana, recomiendan que se reduzca a 60 ppb para realmente proteger la salud pública.

“Yo les exigí que el nuevo estándar sea 60 ppb porque es un derecho humano respirar aire limpio”, dice Lupita. “Fue todo muy emocional cuando testificamos cómo la contaminación afecta nuestras vidas. Y varios de los representantes de la EPA escucharon nuestras historias con lágrimas en los ojos”, recuerda Selene.

Los beneficios de combatir la contaminación del aire son enormes. Según un reciente estudio de la University of Southern California, la mejora sustancial de la calidad del aire permite a los jóvenes desarrollar pulmones más grandes y fuertes. Desde 1990 hasta 2011, debido a las mejoras en la calidad del aire en California, los científicos observaron que entre los 2,000 participantes en el estudio hubo un espectacular incremento promedio de la capacidad pulmonar del 10%.

“Si ellos piensan que van a perder dinero, nosotros podríamos perder nuestras vidas. El asma ataca a cualquiera, especialmente a bebés. Nuestras vidas son más importantes que sus ganancias”, concluye Lupita, quien sueña con convertirse en abogada en Harvard o Stanford para “combatir a los contaminadores en las cortes.”