Periodico Las Americas

Secuelas cinematográficas cuando de comedias se trata “22 Jump Street”

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22 Jump Street

22 JUMP STREET Dirigida por Phil Lord y Chris Miller. Protagonizada por Jonah Hill, Channing Tatum, Ice Cube, Peter Stormare, Wyatt Russell, Amber Stevens y Jillian Bell.

Phil Lord y Chris Miller se ríen en la cara de las malas secuelas dirigiendo una que supera a su predecesora. Las segundas, terceras y enésimas partes tienden a ser incrementalmente inferiores, productos mandados a hacer por los estudios para lucrarse del a veces fortuito logro taquillero del estreno original. Phil Lord y Chris Miller están conscientes esto, por eso cuando accedieron a dirigir y escribir una secuela de 21 Jump Street –el sorpresivo éxito del 2012- el talentoso dúo de cineastas hizo de este indisputable hecho la médula de su argumento.

El resultado es la hilarante 22 Jump Street, una comedia tan autorreferencial que a veces no sabemos si nos estamos riendo de ella o con ella en la manera como se burla de esta costumbre de reciclar contenido y venderlo como nuevo con leves modificaciones, pero el punto es que hace reír, incluso hasta provocar lágrimas. La última vez que me reí tanto en el cine fue hace unos meses en The Lego Movie, otra película de Lord y Miller que comparte el mismo sentido de humor irreverente del binomio que rápidamente se está convirtiendo en uno de los mejores en la industria.

Jonah Hill y Channing Tatum regresan para interpretar “Schmidt” y “Jenko”, la pareja de policías encubiertos que –una vez más- se hacen pasar por estudiantes para desarticular una red de narcotráfico en una universidad. Lord y Miller no realizan ningún intento por esconder que se trata de una copia de la trama del largometraje anterior. Los personajes incluso hacen referencia a esto, insistiendo en que nada es igual de bueno la segunda vez, pero impulsados por un aumento en el presupuesto del departamento policiaco que les abre las puertas a mejores armas, vehículos y explosiones mientras le restriegan en la cara el estudio el gasto desmesurado de dinero en secuelas en lugar de invertir en algo nuevo y original.

Ninguna de estas mofas –por más acertadas que sean- producirían por ellas mismas una buena comedia si los chistes no dieran en el blanco, pero el dúo de cineastas mantiene las bromas llegando consistentemente a lo largo del filme a tal punto que es posible que varias pasen inadvertidas hasta revisitarla en una futura ocasión. A través de la ingenua interpretación de Tatum, como el tonto atleta que reencuentra su popularidad, y la pericia de Hill para provocar carcajadas mediante la humillación de sus personajes, 22 Jump Street halla su centro narrativo en el desarrollo de la relación entre los policías, con aires homoeróticos que no buscan ofender si no reprender el uso de epítetos homosexuales para hacer reír a costa de esta población.