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Jueves, 25 de Abril del 2024
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Thomas Hardiman, un candidato de Trump a la Corte Suprema, habla español y ayudó a indocumentados

Washington DC.-

Hardiman

Cupo en el máximo tribunal estadounidense ha permanecido vacante por casi un año. Con la decisión del mandatario se reestablecerá la mayoría conservadora en la corte.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes que escogió al juez conservador de la Corte de Apelaciones Neil Gorsuch, de 49 años, para llenar un puesto en la Corte Suprema que ha permanecido vacante durante casi un año, en una decisión que restablecerá la mayoría conservadora en el tribunal. Gorsuch ha trabajado en la Corte de Apelaciones del 10mo Circuito en Denver desde 2006, tras haber sido designado por el presidente George W. Bush. Alguna vez trabajó en la Corte Suprema como auxiliar de juez.

Si es aprobado por el Senado, Gorsuch tomaría el lugar que dejó vacante Antonin Scalia, quien falleció el año pasado.

Los republicanos se negaron a considerar al nominado de Barack Obama para el cargo, con el argumento de que la elección debería recaer en el sucesor de Obama.

Gorsuch sería el juez más joven en la Corte Suprema desde que Clarence Thomas se integró en 1991 a los 43 años.

Hardiman, de 51 años y nacido en Winchester, Massachusetts, ha sido juez de una Corte de Apelaciones en Pittsburgh, Pennsylvania, durante los últimos 10 años. Fue estudiante en México durante un programa de intercambio estudiantil y habla español fluidamente, según reportes de prensa. Durante su confirmación en 2003 en el Senado para ocupar puesto de juez federal, Hardiman dijo que su trabajo para la oficina de ayuda a los inmigrantes Ayuda en Washington había contribuido a su carrera, valorándolo como parte del tiempo más valioso como estudiante de Derecho y como abogado”.

“Fui voluntario en Ayuda, en la oficina, de manera regular, e hice todo desde tomar huellas dactilares hasta entrevistar a personas de origen hispano que entraban al país sin inspección y que estaban buscando permisos de autorización para trabajar. Cuando conseguí mi título de derecho y mi licencia para practicar en el Distrito de Columbia, representé a varios inmigrantes que habían entrado al país sin inspección”.

Hardiman también dio detalles sobre casos en los que prestó servicio a inmigrantes sin retribución durante el tiempo en que trabajó para la firma de abogados Skadden Arps.

“De hecho, mi primer caso como abogado litigante mientras estaba en Skadden Arps fue un caso pro bono en nombre de un inmigrante de El Salvador, cuyo nombre era Ernesto Orellana-Hércules, y estoy muy agradecido de que pudimos ganar en la corte de inmigración ante el juez de inmigración Nejelski. no

“Obtuvimos asilo político para el señor Hércules. Y es fue mi primer caso, y aunque no involucró millones de dólares o los tipos de clientes que Skadden Arps normalmente tenía, aún a día de hoy sigue siendo uno de los casos más importantes que nunca he manejado y quizás el más importante, y una experiencia que nunca olvidaré”.

“También representé a una mujer llamada Lucelena Betancourt, que era un inmigrante de Colombia.