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Jueves, 28 de Marzo del 2024
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El estres pueden aumentar probabilidades de obesidad

Stress

Entre las mujeres que tenían mayores niveles de actividad física, hubo una mayor asociación entre el aumento del estrés crónico/acumulativo y la obesidad, aunque todavía se desconoce el motivo.

Las mujeres que vivieron una o más experiencias traumáticas en la vida, o varias situaciones negativas en los últimos años, tienen mayores probabilidades de sufrir obesidad que aquellas que no informaron dicho estrés, según una investigación preliminar presentada en las Sesiones Científicas de 2017 de la American Heart Association, un intercambio mundial líder sobre los últimos adelantos en ciencia cardiovascular para médicos e investigadores.

“Poco se sabe sobre cómo afectan las experiencias traumáticas y negativas a la obesidad de las mujeres. Sabemos que el estrés afecta el comportamiento, incluso la temperatura en las personas, así como también la actividad neuro-hormonal al aumentar en parte la producción de cortisol, que está relacionado con el aumento de peso” expresó la autora principal del estudio Michelle A. Albert, M.D., M.P.H., Profesora de Medicina, Cardiología y Directora fundadora del Center for the Study of Adversity and Cardiovascular Disease en la Universidad de California en San Francisco.

La obesidad, un factor de riesgo que se puede prevenir de las cardiopatías y otras enfermedades, afecta a más de un tercio de los adultos estadounidenses. Según la American Heart Association, casi el 70 por cierto de los adultos estadounidenses tienen sobrepeso u obesidad.

Las mujeres suelen vivir más que los hombres, lo que ubica a las mujeres mayores, especialmente a las obesas, en un riesgo más alto de tener enfermedades, manifiesta la autora del estudio Eva M. Durazo, Ph.D., una investigadora posdoctoral en el centro NURTURE, División de Cardiología, UCSF.

Los investigadores estudiaron la relación entre las experiencias de vida más importantes y la obesidad en un grupo de 21.904 mujeres de mediana y tercera edad, en especial en mujeres con alta prevalencia de obesidad. Definieron que obesidad era tener un índice de masa corporal (IMC) de 30 kg/m2 o mayor. Y midieron el impacto de dos tipos de estrés: experiencias traumáticas, que pueden ocurrir en cualquier momento de la vida de una mujer e incluyen cosas como la muerte de un hijo o ser víctima de un ataque físico grave, al igual que situaciones negativas que se dieron en los últimos cinco años de la vida de la mujer. Las situaciones negativas incluyen querer conseguir trabajo pero estar desempleada por más de tres meses, o ser víctima de un asalto.

“Nuestras conclusiones sugieren que el estrés psicológico causado por situaciones negativas y traumáticas de la vida representa un factor de riesgo importante en los cambios de peso y, por lo tanto, deberíamos considerar la inclusión de la evaluación y el tratamiento del estrés psicológico en relación con el control de peso”.

“Es un trabajo importante porque las mujeres viven más tiempo y tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas, como cardiopatías. El impacto potencial en la salud pública es grande, ya que la obesidad está relacionada con mayores riesgos de sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular, diabetes y cáncer, y contribuye al aumento de los costos de la atención médica” concluye Albert.