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Jueves, 21 de Noviembre del 2024
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La alergia a la tecnología y sus causas ocultas

Palm Treo

Alicia tiene 48 años y durante 8 ha usado el mismo celular, un Palm Treo que aunque todavía permite hacer y recibir llamadas, no la deja navegar y no funciona el touch de su pantalla.

Pese a que el marido le ha ofrecido reiteradas veces cambiarlo por un smartphone de última generación, Alicia no ha aceptado. Confiesa que le tiene miedo al cambio. Emilio trabaja muchas horas al día frente a una computadora. Utiliza el procesador de texto Word y cada vez que tiene que copiar y pegar una nota en un archivo nuevo, lo marca con el cursor, va hasta la barra de herramientas, hace clic en Copiar, abre un documento nuevo y, también desde el menú, presiona la función Pegar. Todo eso lo podría haber hecho mucho más rápido presionando los atajos de teclado Control + E, Control + C, Control + V.

Desaprovechó herramientas de productividad que posee el propio software. ¿Cuántos minutos al día perdió por no usar las teclas en vez del mouse? Jorge tiene 81 años y todos los meses va a cobrar su jubilación en el banco de la esquina de la casa. Se prepara porque sabe que se encontrará con sus amigos de todos los meses y esperará en la fila a que lo atienda el mismo empleado. A veces le acercan una silla y aguarda su turno sentado. Los hijos le han dicho hasta el cansancio: “Papá, usá la tarjeta de débito. Te van a dar un palo para sacarte la plata”. Pero Jorge no quiere ponerse frente a un cajero automático. No le gusta la máquina, lo angustia y la detesta un poco. Además puede hablar con sus otros colegas de espera.

¿Home banking? Ni soñarlo.

Por diversas razones hay personas que no aprovechan los beneficios de la última tecnología. Podemos estar frente a tecnófobos, es decir, aquellos que le temen a la informática y el equipamiento de la electrónica de consumo. También habrá personas que podemos describir como luditas, aquellos que a comienzos de la Revolución Industrial rechazaban los nuevos procesos y maquinarias, ya que aducían traería la pérdida de miles de fuentes de trabajo. Pero hay otra variante: aquellos que no les interesa para nada las herramientas modernas.

“¿Celulares, tablets, computadoras, para qué? Yo me arreglo de otra manera.”

Según un informe reciente de la consultora Pew Research Center, en Estados Unidos, el 59% de los adultos mayores (más de 65 años) se conecta a la Red, valor en porcentaje que sigue subiendo. En comparación, el total de todos los adultos online es del 86%. En cuanto al uso de celulares, 77% de la franja etaria de mayores de 65 los tienen, mientras que el 91% de todos los adultos los utilizan. Independientemente si estos valores puedan reflejar lo que pasa en la Argentina, lo que también indica esta investigación es que una vez que los adultos mayores se suben a la ola de la tecnología permanecen en ella hasta edades avanzadas.

¿Está mal o está bien no subirse a la ola tecnológica?

Veamos qué tienen para decir sobre esto algunas voces que llegan desde la industria.

“No nacemos con un chip dentro, por eso es tan importante la educación en tecnología. Pero no olvidemos que la computadora es un medio, no un fin”, asegura Javier Firpo, director de Programas de Educación y Responsabilidad Social Empresarial para Intel en América latina.