Así es el nuevo 007: James Bond vuelve apostando por más acción en Spectre
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- Categoría: Espectáculos
- Publicado el Sábado, 7 Noviembre 2015 4:52pm
Es el día de los muertos en Ciudad de México y las calaveras están en todos lados. La música, las flores, el desfile y alegre caos callejero. La cámara se fija en un “esqueleto” en especial, que camina raudo junto a una chica guapa. Bond, James Bond, está en el lugar y mientras deja a la doncella esperando un momento, se embarca en una pelea que trae abajo edificios y termina en una lucha cuerpo a cuerpo en un helicóptero (cuidado a quienes sufren de vértigo).
Así comienza Spectre, la cuarta película, y probablemente última, con Daniel Craig como el agente con Licencia para matar. Sam Mendes también retoma la dirección, y la dupla, tras conseguir récords de taquilla y excelentes críticas con la entrega anterior, Skyfall, esta vez se concentra en la acción. Así como en México, Bond será protagonista de persecuciones adrenalínicas en las calles de Roma o en los Alpes de Austria, que hacen que valga la pena la película y que, junto con el paso por Londres y Tánger, se haga honor a esa fantasía de las primeras Bond, de ser una ventana a un mundo exótico y lejano en la pantalla grande.
La historia se retoma a tres años del final de Skyfall, por lo que Bond aún sigue extrañando a su querida M (Judi Dench), quien ha sido reemplazada por Ralph Fiennes. Un nuevo jefe de seguridad amenaza con reemplazar a los agentes secretos 00 con nueva tecnología, con drones y espionaje, y jubilar al servicio secreto de su Majestad. Al mismo tiempo, Bond sigue la pista de un villano, interpretado por el siempre fantástico ganador del Oscar Cristoph Waltz, que era el líder de todos sus enemigos de las últimas entregas y que finalmente también tendrá que ver con el pasado de Bond.
El 007 de Daniel Craig es uno que ha escarbado en las raíces del héroe, humanizándolo, debajo de las toneladas de marcas y auspicios. Le dio un corazón roto con Vesper Lynd, le dio un origen y familia en Skyfall y ahora aunque intenta insistir en esa tecla, la historia y el dolor son pasados más a la rápida. Lo que afecta el guión negativamente y subutiliza a un actorazo como Waltz. La apuesta va por las pistolas, los golpes y las explosiones, retomando esa parte masculina, y fantásticamente entretenida, de la historia. Sobre todo, ya que Mendes trata de hacer lo más posible de la acción real, sin computadoras, lo cual en estos tiempos de pixeles se agradece.