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Domingo, 24 de Noviembre del 2024
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Donald Trump y Kris Kobach, tal para cual

Por: Maribel Hastings
Washington DC.-
Kris Kobach, el Secretario de Estado de Kansas, ha sido artífice de las leyes estatales más antiinmigrantes de Estados Unidos, incluyendo la SB1070 de Arizona y la HB56 de Alabama, entre otras. Además de perseguir inmigrantes, Kobach se precia de combatir el fraude electoral que, según él, es generalizado y masivo; aunque diversos análisis y estudios concluyen que es mínimo y no generalizado, conclusión con la cual coinciden muchos Secretarios de Estado republicanos. Desde el 2015 solo se han registrado 9 condenas por fraude electoral en todo el país.

Y aunque Kobach no terminó ocupando un cargo en el Departamento de Seguridad Nacional o dirigiendo alguna de las agencias encargadas de aplicar las leyes migratorias, todavía busca dejar su marca al copresidir la llamada Comisión Asesora sobre Integridad Electoral. Verá usted, Kobach tiene algo así como una obsesión con el presunto fraude electoral que lo ha motivado a impulsar algunas de las más restrictivas leyes electorales del país en Kansas y que han servido de modelo en otros estados. Y usualmente ese presunto fraude electoral es cometido, según Kobach, por inmigrantes.

Y no olvidemos que en las elecciones generales de 2016, el entonces nominado republicano, Donald Trump, insistía en que la elección estaba amañada. Trump gana la elección con el Colegio Electoral, pero es superado por Hillary Clinton en el voto popular por tres millones de sufragios.

Para el inseguro Trump, no ganar el voto popular se ha convertido en una obsesión porque desde su perspectiva le resta credibilidad a su elección. Trump insiste, y Kobach lo avala, en que no ganó el voto popular porque “millones votaron” ilegalmente, incluyendo extranjeros. De ahí que no sorprenda que el pasado mes de febrero Trump anunciara la mentada comisión sobre la integridad electoral para investigar el “generalizado fraude” que solo existe en las teorías conspiratorias de las que es asiduo y que también son defendidas por Kobach.

La comisión solicitó a los Secretarios de Estado que provean una larga lista de información sobre sus electores, incluyendo los últimos cuatro dígitos de los números de Seguro Social. Pero a la propuesta se le ve la costura y así se lo han hecho saber a Kobach varios Secretarios de Estado, incluyendo republicanos. Es obvia la intención de avanzar a nivel nacional iniciativas que buscan intimidar a votantes y suprimir el voto, tal y como ha ocurrido con miles de electores en Kansas. Lo irónico es que en la misiva de Kobach brilla por su ausencia la intromisión rusa en las elecciones de 2016, quizá porque esa intromisión benefició a Trump. Lo peligroso es que Trump y Kobach estén intentando impulsar medidas de intimidación y de supresión del voto. Pero a nadie sorprende, porque estos dos personajes antiinmigrantes y dados a las teorías de la conspiración son tal para cual.

Pastor bautista evangélico seguidor de Trump enfrenta deportación.

La indiscriminada naturaleza del esfuerzo de deportación del gobierno de Trump no conoce límites. Sea testigo de la siguiente historia del área de San Diego. Un pastor evangélico que se identifica fuertemente con el Partido Republicano, que apoyó activamente al presidente Trump y que animó a su hija ciudadana estadounidense a hacer trabajo voluntario por el congresista republicano local Darrell Issa se enfrenta ahora a la deportación.

Jorge Ramírez ha vivido en Estados Unidos desde que tenía 11 años. Tiene tres hijas ciudadanas estadounidenses. Fue arrestado por la Patrulla Fronteriza y detenido.

Las razones aún no son muy claras. Mientras que algunos podrían culpar a la víctima, nosotros no. Un inmigrante que ha vivido en Estados Unidos desde los 11 años de edad, un hombre de fe y marido y padre amoroso se enfrenta a la deportación. No es una amenaza a la seguridad pública, es un estadounidense en todo, excepto en su documentación. Esto es parte de una preocupante pauta durante el presente gobierno.

La fuerza de deportación de Trump –integrada por ‘indomables’ agentes de ICE y de CBP– persigue a quien pueda atrapar, mientras se nos trata de embaucar con comentarios sobre los ‘bad hombres’. Desde perseguir cristianos iraquíes, hasta utilizar a los niños no acompañados como ‘carnada’ para detener a sus padres y luego deportarlos, cada semana parece dar más relieve a la crueldad y los excesos de la premura indiscriminada de Trump para arrestar y deportar inmigrantes. Mientras tanto, el gobierno pisotea la decencia mínima y el sentido común, además de hacer un flaco favor a los más altos valores y tradiciones de nuestra nación.

El señor Ramírez animó a su hija a ser voluntaria en favor del Rep. Darrell Issa (R-CA). Si este congresista y sus colegas republicanos de la Cámara de Representantes hubiesen hecho su trabajo en 2013-2014 y emprendido la reforma migratoria luego de que el Senado la aprobara con fuerte apoyo bipartidista, el señor Ramírez tendría estatus legal ahora. En lugar de ello, se encuentra detenido y está al borde de ser arrancado de su familia. ¿Qué dice usted, Rep. Issa? ¿Sacará la cara por un hombre conservador y religioso que está siendo amenazado por el partido de su presidente? Usted no hizo nada cuando la familia Ramírez lo necesitó antes. Tiene aquí la oportunidad de hacer lo correcto ahora, al menos por ellos.