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Sábado, 23 de Noviembre del 2024
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Familias inmigrantes de Chicago, New York, Michigan y otras ciudades se dieron cita en D.C.

Por: Paula T. Castellanno
Washington DC.

Unas 20,000 personas partieron en autobuses desde Chicago, Nueva York, California, Las Carolinas y otras ciudades hacia Washington para participar en la concentración a favor de la reforma migratoria que se realizaró el miércoles bajo el lema “¡Este es el momento!” “TIME IS NOW”. Los viajeros son activistas e integrantes de familias que en principio se beneficiarían de la esperada reforma migratoria, que según lo anunciado por senadores integrantes del Grupo de los Ocho se presentará la semana que viene y podría ser considerada a comienzos de mayo.

Algunos de los que se reunieron en la cara oeste del Capitolio son residentes de Chicago, Agricultores de California, gran número de inmigrantes de Nueva York y suburbios afectados por deportaciones y que esperan que el proyecto a estudio incluya alguna medida de reunificación familiar. “Vamos con toda la energía y la intención de hablar con los legisladores, y si hay una marcha y podemos participar vamos a darle a todo”, dijo Alma Silva, una de las participantes. Por su parte, la indocumentada Yolanda Mercado apuntó que aunque vive con “miedo de ser deportada y que me separen de mis hijas”, igualmente se decidió a participar. “No es justo esto que están haciendo con tantas familias, separándolas”, afirmó.

“Sí, se puede”, “El tiempo es ahora” y “Ya no aguantamos más” eran algunos de los lemas que coreaban las familias, que portaban carteles y pancartas que usarán en la concentración. Yajaira Tapia dijo que estaba viviendo “una experiencia nueva”, que le permitirá ser parte “de este gran progreso, si es que esta reforma migratoria va a pasar”. Tres de los autobuses salieron desde Casa Michoacán, en el barrio Pilsen del suroeste de la ciudad, lugar donde se concentraron los viajeros para recibir las últimas instrucciones que durará unas 14 horas. “Llegaron con una una agenda con entrevistas en el Capitolio y cartas para el presidente Barack Obama, la secretaria de seguridad Nacional Janet Napolitano y congresistas”, dijo Artemio Arreola, de la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados. En las cartas se reclama la aprobación este año de una reforma “con sentido común”, que incluya una vía “clara y directa” hacia la ciudadanía para millones de indocumentados, señaló.

Gran participación de decenas de miles de personas en la concentración, procedentes de todo el país, en lo que fué una jornada histórica de presión popular al Congreso. “Estamos aquí para apoyar una reforma integral del sistema de inmigración que mantenga unidas a las familias, y que abra una senda para, primero, la legalización y luego la ciudadanía a más de 11 millones de inmigrantes”, dijo Jessica García, una hondureña de 39 años, es organizadora en el grupo New Immigrant Community Empowerment, del barrio neoyorquino de Queens, y llegó con decenas de activistas de esa organización a la explanada frente al Capitolio, donde tuvo lugar la marcha en Washington y otras ciudades del país que fueron convocadas por organizaciones comunitarias, iglesias, sindicatos y grupos políticos para presionar al Congreso a que apruebe una reforma migratoria integral.

Un grupo bipartidista de senadores conocido como el “Grupo de los 8” ultima los detalles de un proyecto de ley de reforma migratoria. Se espera que el proyecto, de 1.500 páginas, se dé a conocer en los próximos días. De hecho, el Comité Judicial del Senado anunció hoy una audiencia sobre la reforma para el próximo 17 de abril, dando el pistoletazo para el eventual debate y votación de la medida en la Cámara Alta. A diferencia de las demostraciones que tuvieron lugar hace siete años, cuando fracasó otro intento de reforma migratoria, los activistas hoy ante el Congreso agitaban banderas de Estados Unidos y lucían prendas azules, blancas y rojas, sin que hubiese a la vista las banderas de México, Colombia, Venezuela, El Salvador, Nicaragua y otros paí- ses latinoamericanos.

“Ha llegado el momento de que el Congreso actúe y de que el presidente Barack Obama cumpla su promesa”, dijo Anne Seals, una organizadora de Action North Carolina que llegó desde Charlotte con un centenar y medio de manifestantes. “En nuestro estado la mayoría de los inmigrantes indocumentados viene de América Latina y trabajan en la construcción, en la jardinería”, añadió. “Pero también hay mucha gente (indocumentada) de Asia, en empleos de alta tecnología, y profesionales del Oriente Medio”. Un nutrido grupo de manifestantes llegado desde Conroe, en Texas, coreó: “Aquí estamos, y no nos vamos, y si nos echan, nos regresamos”. Rudy González, una salvadoreña que vive en Rockville (Maryland) y tiene permiso para trabajar legalmente, se sumó a la manifestación tal como lo ha hecho “en otras tantas”. “Tenemos familiares indocumentados, tenemos amigos que han sido deportados”, añadió González. “Esperemos que esta vez sí el Congreso actúe”.