El Senado de EEUU aprobó la mayor e histórica reforma migratoria desde 1986 por 68 votos a 32
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- Categoría: Inmigración
- Publicado el Viernes, 28 Junio 2013 9:55pm
Por: Paula T. Castellano
Washington DC-
El Senado de EE.UU. aprobó ayer, por 68 votos a 32, la mayor reforma migratoria desde 1986, que abre la vía para la legalización y eventual ciudadanía de la población indocumentada, tras casi un mes de debate. Aunque, para entrar en vigor, la reforma requiere que la Cámara de Representantes se pronuncie, y en ella la oposición republicana es mayoritaria, el voto de hoy del Senado aumenta enormemente la presión a favor de un acuerdo.
Catorce senadores republicanos votaron a favor, incluido el senador por Florida, Marco Rubio, figura ascendente del partido conservador, de quien se dice que podría optar a la candidatura a la presidencia de EE.UU. en 2016. Todos los demócratas, mayoritarios en la Cámara Alta, apoyaron la propuesta legislativa.
La reforma migratoria, negociada en el Senado por el “Grupo de los ocho” -cuatro demócratas y cuatro republicanos- condiciona la legalización de los indocumentados a la seguridad fronteriza; incrementa drásticamente la vigilancia en la frontera, y establece medidas para controlar futuros flujos migratorios.
La votación, presidida de manera solemne por el vicepresidente Joe Biden como presidente del Senado, se vio puntualizada por un grupo de activistas que, desde la galería, gritaron “¡Sí se puede!”, el lema de campaña del presidente Barack Obama, en señal de celebración. El voto puso fin a tres semanas de un intenso debate en el pleno de la Cámara Alta, que reflejó las divisiones ideológicas en torno a cómo frenar la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
Esta “histórica legislación reconoce que los inmigrantes de hoy han venido a EE.UU. por las mismas razones... para lograr el sueño que nosotros damos por sentado” y para mejorar sus vidas, dijo en un emotivo discurso el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, quien argumentó que la reforma fortalecerá la seguridad económica y nacional de EE.UU., si bien la mayoría de los republicanos que votaron en su contra replicaron que ésta no frenará la inmigración ilegal.
Entre los senadores republicanos que votaron a favor de la medida figuró Marco Rubio, un miembro del “Grupo de los ocho”, mientras que entre los que votaron en contra figuró otra figura de origen hispano, Ted Cruz, de Texas. El Senado aprobó ayer jueves una histórica reforma migratoria que ofrecería la naturalización a 11 millones de personas que actualmente viven en Estados Unidos de manera ilegal y destinaría al menos $30,000 millones a la seguridad fronteriza.
La votación representa un avance importante del tema que el presidente Barack Obama declaró a comienzos de año como su prioridad legislativa número uno, después de que resultara relecto en noviembre con un sólido respaldo de la comunidad hispana. Pero la iniciativa enfrenta ahora un futuro incierto en la Cámara de Representantes, cuya mayoría republicana es reacia a ofrecer la naturalización a los inmigrantes sin papeles.
El presidente de la cámara baja, el republicano por Ohio John Boehner reiteró el jueves que “la cámara no someterá a voto cualquier cosa que apruebe el Senado”.
“Para que cualquier legislación sea aprobada en la cámara, incluyendo la versión para conciliar con el Senado, tendrá que ser un proyecto de ley que cuente con el apoyo de la mayoría de nuestros miembros”, dijo en conferencia de prensa.
No está claro si Boehner podrá consolidar la mayoría necesaria para imponer una visión propia a la reforma migratoria, después de que la cámara baja no lograra los votos necesarios para aprobar la semana pasada una ley agrícola.