Sismos en México han dejado más de 430 muertos en un solo mes y sigue la búsqueda

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Categoría: Internacional

Publicado el Lunes, 2 Octubre 2017 9:34pm

Ciudad de México.-

La tristeza, miedo e impotencia domina entre los habitantes, brigadistas y voluntarios se han unido para salvar a personas que quedaron bajo los escombros por el sismo en México.

Septiembre ha sido un mes mortal para México. No ha sido uno, sino tres sismos registrados en un sólo mes con diferentes epicentros, los que han ocasionado más de 430 muertos, cifra más alta de fallecidos que se tiene desde el sismo de 1985 en Ciudad de México, que se calcula causó alrededor de 20,000 decesos.

Del primer terremoto, sufrido el 7 de septiembre en Oaxaca de 8.2 grados Ritcher, fallecieron cerca de un centenar de personas, 79 en el estado de Oaxaca, 15 en Chiapas y 4 en Tabasco. Mientras que, del sismo del 19 de septiembre, de 7.1 grados Richter, con epicentro a 74 millas de la Ciudad de México, han resultado 194 decesos en la capital mexicana, 74 en Morelos, 45 en Puebla, 13 en el Estado de México, 6 en Guerrero y 1 en Oaxaca, de acuerdo a cifras oficiales de Protección Civil. El 23 de septiembre hubo otro movimiento telúrico de 6.1 grados Ritcher, como parte de las réplicas del sismo del 19 de septiembre, que provocó dos muertes por infarto tras crisis nerviosas en el también conocido Distrito Federal.

Pero el número de decesos en todo México tras los sismos sigue en aumento. La razón: aún no terminan las labores de rescate en cinco edificios colapsados en la Ciudad de México, aunado a las réplicas sísmicas que algunos estados siguen viviendo. En las costas de Oaxaca, específicamente en el Istmo de Tehuantepec, donde fue el primer terremoto, no para de temblar. Desde aquella fecha hasta ahora sus pobladores han vivido más de 5,000 réplicas. Y aunque no todas han sido perceptibles, el terror a que sus viviendas dañadas se vengan abajo ha provocado que muchos de ellos pernocten fuera de lo que queda de sus casas.

Funcionarios del gobierno mexicano siguen contabilizando las pérdidas económicas que han dejado los sismos. Al menos en la Ciudad de México 500 inmuebles han sido considerados en peligro y muchas calles y avenidas principales siguen bloqueadas por maquinaria de construcción y equipos de rescatistas. De ese número de edificios en peligro, 360 fueron considerados en “nivel rojo”, es decir que serán derribados o requieren una reestructuración profunda. Otros 1,136 inmuebles son reparables y al menos 38 edificaciones, incluyendo apartamentos y oficinas, colapsaron durante el sismo del 19 de septiembre.

Aunque el gobierno local anunció un plan de préstamos para rentas y reconstrucción a quienes han perdido sus viviendas, hay aún mucha desinformación sobre qué pasará con sus pertenencias dentro de aquellos edificios que aún están en pie, pero que permanecen cerrados por las autoridades de Protección Civil.

Se estima que el desastre podría recortar entre el 0.1% y el 0.3% del Producto Interno Bruto de México en el tercer y cuarto trimestre del año, explicó Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics para America Latina.

Tristeza y miedo permea en la sociedad. De acuerdo con un sondeo realizado por el diario mexicano Reforma, la tristeza, el miedo y la impotencia son los sentimientos que predominan entre los mexicanos en este momento. Sobre qué sentimiento describe mejor el estado de los ciudadanos, la tristeza (29 %), la impotencia (25 %) y el miedo (24 %) fueron los principales entre la población, además de esperanza (15 %). Una mayoría de los encuestados (63%) puntualizó que los mexicanos solo son “solidarios en circunstancias extraordinarias” y calificó con el 94% como positiva la respuesta de la sociedad civil, seguido por el de la Marina (86%), el Ejército (84%) y Protección Civil (76%).

La participación de los ciudadanos ha sido aplaudida en estos días y más si se trata de personas que dejaron a un lado sus discapacidades y aun así se acercaron a ayudar. Como Héctor Rodarte Cedillo, un limpiador de ventanas y vendedor de dulces de 27 años, quien sin parte de su pierna derecha se unió a una brigada de voluntarios en Jojutla, Morelos, a unas 60 millas al sur de la capital de México.