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Jueves, 21 de Noviembre del 2024
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Bolivia pide en su demanda frente a La Haya obtener una salida al mar ¿cuál ha sido la posición de Chile hasta ahora?

La Paz.-

Bolivia

Tras un largo proceso que empezó en 2013, esta semana se celebra la última fase del juicio que enfrenta a Bolivia y a Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en Holanda.

Durante un lapso de diez días ambos países presentarán sus declaraciones finales, tras lo cual los jueces se tomarán unos meses para alcanzar un veredicto. Bolivia abrió la última etapa de alegatos orales con una presentación que fue seguida en persona por el presidente de ese país, Evo Morales, quien fue el que inició la demanda. Morales ha dicho que acudió a La Haya debido a la negativa del estado chileno a sentarse a negociar un acceso soberano al océano Pacífico para su país.

Para entender el contexto de la disputa es importante entender su origen. Hasta 1904, Bolivia -hoy el único país sudamericano, junto con Paraguay, que no tiene salida al mar- tenía una frontera oriental que llegaba hasta el océano Pacífico. Según historiadores, el país tenía 400 kilómetros de costa y unos 120.000 kilómetros cuadrados más de territorio, de lo que tiene hoy.

¿Qué pasó? La llamada Guerra del Pacífico, que enfrentó a Bolivia y Perú contra Chile. El conflicto se desató cuando el país transandino, bajo el argumento de que La Paz había violado un tratado comercial, invadió a su vecino del norte. Los tres países lucharon entre 1879 y 1884 hasta que Chile se impuso. En 1904 firmaron un acuerdo de paz que trazó los nuevos límites entre los estados. El Tratado sigue vigente hoy aunque Bolivia acusa a Chile de incumplir algunas de sus disposiciones, cosa que Santiago niega.

A diferencia de otros conflictos limítrofes dirimidos ante la Corte de La Haya, en este caso lo que se reclama no es un pedazo concreto de tierra o de mar. Bolivia tampoco pide que los magistrados se pronuncien sobre el estatus jurídico del Tratado de Paz de 1904. Lo que exigen es que se obligue a Chile a negociar. En un documento que resume su postura, llamado “El Libro del Mar”, el estado boliviano sostiene que “Chile se ha comprometido a negociar una salida soberana al mar para Bolivia a través de acuerdos, práctica diplomática y una serie de declaraciones atribuibles a sus representantes del más alto nivel”.

“Estos numerosos instrumentos evidencian de manera contundente que Chile se comprometió a encontrar una solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia mediante negociaciones con miras a llegar a un acuerdo”, agrega el texto.

Es por esto que el reclamo de Bolivia ante la CIJ es que “declare” estos tres puntos:

1) Que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a este páis una salida plenamente soberana al Océano Pacífico.

2) Que Chile ha incumplido dicha obligación.

3) Que Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia una salida plenamente soberana al Océano Pacífico.

Entre sus argumentos, La Paz sostiene que siempre se mostró dispuesto a dialogar y que en el pasado diferentes gobiernos chilenos accedieron a buscar soluciones, a diferencia de lo que ocurre ahora. Pone hincapié en lo ocurrido durante los gobiernos militares del chileno Augusto Pinochet y del boliviano Hugo Banzer, cuando ambos países estuvieron más cerca de lograr un acuerdo, según su visión.

La defensa del estado chileno se basa en la legitimidad y vigencia de lo acordado en 1904. Para Santiago, Chile siempre respetó los detalles del Tratado de Paz, que incluyen permitir a Bolivia el uso de los puertos marítimos chilenos.

“Chile reconoce en favor de Bolivia, y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”, especifica el acuerdo. Pero además, el país transandino sostiene que las diversas negociaciones que ocurrieron a lo largo de la historia no comprometen a su país a entregar territorio a su vecino. También argumentan que si dialogó en el pasado fue como un acto de buena voluntad y no debido a que reconociera una obligación pendiente.

No obstante, tanto Mares como otros analistas señalan que la resolución de La Haya tendrá mucho impacto en la opinión pública y significará un importante espaldarazo para el país que salga favorecido.