“Si Ortega no cede, lo vamos a obligar”: exigen estudiantes que lideran protestas
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- Categoría: Internacional
- Publicado el Sábado, 5 Mayo 2018 1:09am
Nicaragua.-
Decenas de miles de nicaragüenses volvieron a salir a las calles, esta vez en una “peregrinación por la paz” convocada por la iglesia Católica que se convirtió en una nueva protesta masiva en contra del gobierno y en demanda de justicia para los muertos de las últimas semanas: al menos 43, según los cálculos más conservadores, aunque otros hablan de 63 víctimas fatales.
El gobierno presidido por Daniel Ortega respondió con su propia concentración “por la paz y el diálogo” en la capital, Managua. Durante el evento Ortega reiteró su llamado a un “diálogo nacional” para buscar una salida a la crisis que estalló luego de que protestas en contra de una reforma al seguro social (pensiones) fueran duramente reprimidas por las autoridades. Pero en su intervención el mandatario, no ofreció mayores detalles sobre las conversaciones, más allá de decir que el diálogo sería “para tratar temas que tienen que ver con la justicia social, económica y la seguridad de los nicaragüenses” y “con la justicia en relación con estos hechos condenables”.
“Son situaciones que tienen que ser investigadas, están siendo investigadas”, aseguró Ortega, quien sin duda se enfrenta la mayor crisis desde su regreso al poder, hace ya más de 11 años.
El problema: los estudiantes universitarios que son los principales protagonistas de la revuelta, lo acusan a él y a su gobierno de ser los responsables directos de la violencia de abril, por lo que rechazan cualquier investigación conducida exclusivamente por instancias locales.
“Un gigante dormido”: cómo los estudiantes fueron la clave para que Daniel Ortega frenara la reforma que desató protestas sin precedentes en Nicaragua. Y la instalación de una “Comisión contra la Impunidad” independiente y con participación internacional es solo una de varias condiciones que han impuesto para sentarse a la mesa, la que a petición de Ortega, será moderada por la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
“No aceptamos que los asesinos se investiguen a sí mismos”, explicaron los voceros de la recién conformada Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia, que está tratando de aglutinar a los universitarios y encauzar el descontento desbordado.
Y los estudiantes “autoconvocados” han sido claros en que el diálogo deber servir para “establecer un camino hacia la democratización del país” que, para muchos, es inconcebible sin la salida del poder de Ortega y su esposa y vicepresidente, Rosario Murillo.
Qué papel jugó en las protestas de Nicaragua Rosario Murillo, la vicepresidenta y esposa de Daniel Ortega (y cuánto poder tiene en el país)
“Eso es lo que queremos la mayoría de los nicaragüenses, que deje la presidencia”, asegura Jonathan López, uno de los voceros temporales de la Coordinadora Universitaria. López reconoce que conseguir una salida anticipada de Ortega “va a ser difícil y va a requerir mucha lucha”. Especialmente porque los estudiantes dicen querer conseguirla por la vía democrática.
“Primero hay que depurar los otros poderes del Estado para que vuelvan a tener autonomía”, empieza a esbozar la agenda este estudiante de 3er año de la carrera de economía de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), la mayor universidad pública del país.
“El primer punto sería el cambio de magistrados del Consejo Supremo Electoral porque si uno le quita el control del CSE al señor Ortega, le está quitando la garantía que tiene él para seguirse robando las elecciones”, elabora Francisco Martínez, otro de los voceros de la Coordinadora.
“El segundo punto a tratar sería la anticipación de las elecciones”, agrega el estudiante de medicina de la UNAN-León, la casa de estudios superiores más antigua de Nicaragua. “Y con un CSE sin corrupción y elecciones adelantadas, el señor Ortega tendría que salir inmediatamente”, vaticina.
Los estudiantes alzados, sin embargo, dicen estar conscientes de que Ortega difícilmente querrá discutir estos temas. Y por eso Yaritza Rostrán, vocera temporal del movimiento en representación de la Universidad Centroamericana (UCA), insiste en que no ha llegado el momento de bajar la guardia.