Un exilio sin justicia, comicios o candidatos
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- Categoría: Internacional
- Publicado el Sábado, 27 Septiembre 2014 7:54pm
Me da igual repugnancia escuchar hablar de los exiliados al gobierno que a su oposición. Más allá de las calumnias de unos y las evocaciones hipócritas de otros, la partidocracia residual comparte en pleno la satisfacción por la ausencia de un millar de dirigentes de la resistencia autonómica al régimen Morales y el vehemente deseo de que jamás retornemos.
Los exiliados no somos actores ni electores, somos una evocación retorica, apenas un lugar común en el discurso de candidatos condenados a ser actores de reparto en la anunciada reelección cocalera. Ya hace tiempo ellos aceptaron ser la coartada del régimen y mantener una existencia vegetativa funcional, avalando, a cambio del dudoso honor de unos cuantos curules, lareedición periódica del fraude electoral cual garantía de una democracia que ya no existe.
Somos los expatriados a fuerza de prosecución político-judicial digitada desde el “gabinete jurídico” del Ejecutivo y proscritos por cargos de “corrupción” y “terrorismo” siendo que nuestroúnico crimen fue combatir en las calles y negarnos a secundar en las ánforas la reiterada impostura electoral que sostiene a Morales.
“Amnistía a los perseguidos” es uno de cinco temas que la receta Greenberg, Carville & Schrum le dijo a la oposición residual que no podría eludir en su discurso. De ahí que, de Del Granado a Quiroga, todo el alfabeto candidatesco repita, a voz en cuello pero sin convicción, la consigna del “cese de juicios políticos a los exiliados y perseguidos.
”En pasados comicios nacionales, ya con “veto” a la oposición, golpiza a candidatos en comunidades rurales y control sindical dentro los recintos de sufragio, la oposición logró 28% en2005 y 27% en 2009. Hoy, con la oposición en el exilio y una justicia electoral incondicional al Ejecutivo, la más optimista encuesta le da 14%, 7% y 3% a quienes a distancia siguen a Evo y ninguna perspectiva de llegar, ni aun todos juntos, a un 25%.
Somos la muletilla proselitista de esa otra “oposición” que coadyuvó con nuestro destierro. Y si bien en el discurso formal nos nombran, a fuerza de disciplina estratégica, el candidato del 14%, al ser confrontado con la opinión adversa a los comicios de los exiliados, no se abstuvo de hablarde “autoexilio” y sugerir que el destierro es una posición “cómoda” para hacer oposición.
Es inaceptable que quien se reeditó en la partidocracia y la explotación del cemento a título particular por 25 años, hable de quienes purgamos destierro por resistir el derrocamiento de las democracias prefecturales y municipales, el despojo económico departamental y la sangrienta represión en las regiones periféricas al poder entre 2005 y 2009.
Peor aun cuando, desde una Asamblea Constituyente prorroguista y un Parlamento “levantamanos”, fueron cómplices del sofocamiento de esa autonomía en la que veían una amenaza mayor que la del gobierno a su estéril letargo burocrático subvencionado por el estado.