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Sábado, 23 de Noviembre del 2024
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Tenebrosa pareja sospechosa de la desaparición de 43 estudiantes mexicanos

México.-

Mexico exalcalde

México ha ido descubriendo entre el asombro y la indignación cómo este matrimonio, el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda. tenía el control, sin importar que el ex alcalde estuviera acusado de homicidio y su esposa vínculos con narcotraficantes.

Al ex alcalde de la ciudad mexicana de Iguala (sur) y su esposa, detenidos este martes, se les conocía como la ‘pareja imperial’ por la ostentación de poder con la que gobernaron apadrinados por el narcotráfico hasta los ataques contra estudiantes de septiembre que dejaron 43 desaparecidos. Vestidos con la mejor ropa y rodeados del oro de su imperio joyero, todos en Iguala (Guerrero) conocían la fortuna del alcalde José Luis Abarca y su esposa.

Entre el asombro y la indignación, México ha ido descubriendo en las últimas semanas cómo este matrimonio, acusado de ordenar los ataques contra los estudiantes, tenía el control de una ciudad a 200 km de la capital sin importar que el alcalde estuviera acusado de homicidio y su esposa fuera hermana de poderosos narcotraficantes. En Iguala (140.000 habitantes), muchos no lograban explicarse cómo el niño que empezó vendiendo sombreros de paja y ropa en la calle se hubiera convertido en un magnate de este importante centro joyero de México y en 2012 en alcalde.

A José Luis Abarca, ahora revocado del cargo de alcalde, algunos le reconocían su tesón pero otros no podían evitar mirar de reojo a su esposa, la exuberante María de los Ángeles Pineda. Desde prisión, miembros del cártel narcotraficante Guerreros Unidos describen a esta mujer de tez clara y cabello castaño no sólo como una aliada sino como la “principal operadora de actividades delictivas” desde la alcaldía de Iguala.

La fiscalía acusó a la pareja de ordenar a su policía municipal que atacara a decenas de estudiantes la noche del 26 de septiembre, causando seis muertos y 43 desaparecidos, presuntamente para evitar que los jóvenes sabotearan un acto público de Pineda, quien tenía intenciones de suceder a su esposo en la alcaldía en 2015. Abarca y Pineda huyeron de Iguala dos días después de las desapariciones, cuando aún no había una orden de detención contra ellos, y se convirtieron en la pareja más buscada de México. Su fuga concluyó en la madrugada de este martes cuando fueron capturados por policías federales en Ciudad de México.

Conmocionados y avergonzados de que Iguala sea el escenario de este escándalo internacional, los vecinos usan principalmente dos palabras para describir a la pareja: soberbia y prepotencia. María, trabajadora de una pequeña joyería que también vende dólares a los comerciantes para que paguen a los proveedores de oro, recuerda el desprecio con el que Abarca la trataba cuando le iba a vender billetes verdes hace unos cinco años.

“¿Qué traes, basura?”, asegura María que le espetaba Abarca cuando le llevaba billetes de uno, cinco o diez dólares. “Era un déspota, todo lo que fueran menos de 100 era basura para él”, recuerda.

Siempre de punta en blanco, con vestidos y accesorios finos, la primera dama local presidía un centro público de protección a la infancia bajo la dirección de Lucero Muñoz, esposa del hermano de Abarca. De trato frío y altivo, muchos en la ciudad aseguran que era Pineda quien mandaba dentro y fuera de la alcaldía.

“Les teníamos miedo”, reconoce una funcionaria.