Castro llega a la tierra donde se gestó la expulsión de Cuba de la OEA
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- Categoría: Internacional
- Publicado el Sábado, 31 Enero 2015 12:59am
San Jose, Costa Rica.-
Bohemia, revista cubana que ganó prestigio en América Latina y el Caribe desde la primera mitad del siglo XX, describió en una crónica de hace casi 55 años el hecho de que solo fueron necesarias “36 horas de traición diplomática” en agosto de 1960 para consumar la presunta conspiración desplegada en Costa Rica contra Cuba. La maniobra allanó el camino para que el régimen cubano fuera expulsado en 1962 de la Organización de Estados Americanos (OEA), por adherirse a un sistema político marxista-leninista incompatible con el sistema interamericano y aliarse al bloque comunista de la Unión Soviética y China.
“Las sardinas votaron con el tiburón”, decía el tituló de Bohemia en septiembre de 1960, en una crónica que la periodista cubana Marta Rojas despachó desde esta ciudad y en la que calificó a la mayoría de países latinoamericanos y caribeños como pequeños peces que fueron devorados en una cita de la OEA en San José por el poderoso escualo de Estados Unidos en contra de Cuba y su naciente revolución.
Tras la VII Reunión de Consulta de la OEA, efectuada del 22 al 29 de agosto en esta capital, el escenario quedó listo para que en la VIII, realizada del 22 al 31 de enero de 1962 en Punta del Este, Uruguay, Cuba fuera excluida del foro continental. A casi 55 años de los sucesos diplomáticos que se tejieron para acelerar el aislamiento interamericano de Cuba, la tierra donde se gestó la “traición” relatada por Bohemia recibe ahora al gobernante cubano, Raúl Castro, quien asiste a la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En una aeronave de bandera venezolana, Castro llegó en la mañana del martes a Costa Rica.
La ironía de la política coloca a Costa Rica en otro momento estelar: Castro se encontrará en este país de profundo y añejo arraigo democrático -pluralismo, multipartidismo, libertades electorales y de prensa y derechos civiles y socioeconómicos- con los gobernantes de la CELAC en su primera salida al exterior desde que Washington y La Habana iniciaron un trascendental proceso para normalizar sus relaciones, después de más de 55 años de hostilidades. Una etapa clave de los choques se registró en 1960 en Costa Rica.
“Las sesiones transcurrieron en el tinglado de la OEA trasladado de Washington al Teatro Nacional de San José de Costa Rica”, en una estructura burocrática, técnica, ornamental y de otros servicios que procedían de las “oficinas instaladas permanentemente en el Potomac; también los métodos aplicados en las reuniones fueron importados: made in USA”, escribió Rojas. La VII Reunión, precisó, fue convocada por Perú para debatir el “peligro de agresión extracontinental en América”. Se hacía un “retrato a pincel” de Cuba, para colocar “a nuestra Patria en el banquillo de los acusados por haber aceptado un ofrecimiento espontáneo de ayuda de la Unión Soviética, que solo podría hacerse realidad si nuestro país resultara agredido por Estados Unidos”, subrayó.