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Sábado, 23 de Noviembre del 2024
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La oposición quiere sentar a Rousseff en el banquillo tras la denuncia al tesorero

Río de Janeiro.-

El pedido de investigación, que será formalizado mañana, unió a cuatro de las principales fuerzas de la oposición, los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Popular Socialista (PPS), Demócratas (DEM) y Solidaridad (SD), alentadas por las manifestaciones multitudinarias contra Rousseff.

El Supremo descartó hace dos semanas investigar a Rousseff, puesto que el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, alegó que no tiene competencia para sentar en el banquillo a la mandataria, puesto que, según él, un jefe de Estado solo puede ser acusado por actos practicados en el ejercicio de la Presidencia. Rousseff fue citada en el curso de las investigaciones por un ex alto cargo de Petrobras como beneficiaria indirecta de la red de corrupción, pero los hechos supuestamente habrían ocurrido antes de 2010, año en el que ella fue elegida presidenta.

Otro factor que alentó a los opositores fue la imputación del tesorero de la formación de Rousseff, el Partido de los Trabajadores (PT), João Vaccari, por su supuesta participación en las corruptelas.La Fiscalía brasileña denunció este lunes a Vaccari por delitos de corrupción, lavado de dinero y asociación ilícita por su implicación en el vasto caso de corrupción investigado en la petrolera estatal.

El presidente del PT, Rui Falcão, defendió hoy la inocencia del tesorero, aseguró que lo mantendrá en su cargo y dijo que Vaccari tampoco le ha comunicado que pretenda dejar su puesto voluntariamente. El dirigente dijo que “si se comprueba” que cualquier afiliado cometió algo “ilícito” se le castigará “de acuerdo con las normas del partido”.

Según la Fiscalía, Vaccari habría disfrazado como donaciones legales para las campañas electorales del PT los sobornos cobrados por Petrobras a varias constructoras. Las autoridades creen que las mayores constructoras de Brasil se repartieron durante más de una década los contratos de Petrobras, elevaron los precios artificialmente para beneficiarse y para distribuir sobornos entre los ejecutivos de la petrolera y los políticos que amparaban las corruptelas.