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Domingo, 24 de Noviembre del 2024
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Cacería contra “el chapo” deja casas baleadas y misterioso rancho custodiado

México.-

Mexico Caceria contra

Las siete vidas del “Chapo” Guzmán, como los gatos el capo mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán parece tener siete vidas por el sinfín de rumores magnificados por la prensa sobre su persecución, desde una caída por un acantilado en la que resultó herido en una de sus varias huidas.

Las versiones sobre lo que sucedió desde que el barón de las drogas más buscado del planeta huyó por un túnel de 1,5 kilómetros desde su celda en el penal Altiplano, en el central estado de México, crecen como la espuma en medio de filtraciones y poca información oficial. El diario La Jornada reconstruyó este miércoles, en base a sus fuentes, las primeras horas del “Chapo” fuera del penal. Asegura que desde la casa en la que desembocaba el túnel fue trasladado en un vehículo flanqueado por otros dos automóviles hasta un aeródromo privado en San Juan del Río, en el central estado de Querétaro.

Oficialmente se sabía que por este caso había sido capturado un piloto, pero ahora se sabe también que se llama Héctor Ramón Takashima Valenzuela y tiene “habilidades extraordinarias”. Esa es la información que maneja el periodista Carlos Loret de Mola, quien añade que los propietarios del aeródromo recibieron 150.000 dólares por permitir el despegue de la avioneta del capo y otra aeronave similar, usada como señuelo, sin encender las luces de la pista. El argumento esgrimido: que el cliente era “un poderoso hombre de negocios al que le gusta la discreción”.

Mientras la avioneta del “Chapo” aterrizaba de madrugada en algún punto del Triángulo Dorado, como se llaman los dominios del criminal en una zona serrana que abarca los estados de Sinaloa (donde nació), Durango y Chihuahua, la otra se salía de la pista al aterrizar en Culiacán, la capital sinaloense, según Loret de Mola. Ese error llevó a la detención de dos pilotos y un mecánico, cuyos testimonios parecen ser la base de esa versión, corroborada también por la cadena estadounidense CNN.

Fuerzas especiales vieron al criminal cerca de Cosalá, una población de Sinaloa en plena Sierra Madre Occidental, pero no lo detuvieron porque se encontraba con una niña. Luego fue visto de nuevo ya sin la menor y en la persecución emprendida para detenerlo se cayó “por un pequeño acantilado, donde se cree que se rompió una pierna y se causó heridas en el rostro”. Sus guardaespaldas lo rescataron y se lo llevaron “entre la espesa vegetación de la zona”.

CNN agrega que las fuerzas especiales ya habían visto a Guzmán tres días antes cerca del pueblo de Tamazula (Durango) “en una motocicleta y en un Ferrari, acompañado de sus hijos”.

La Jornada sostiene que, tras fugarse el 11 de julio del penal, Guzmán llegó en avioneta hasta la comunidad de Bastantitas, cerca de Tamazula, donde permaneció hasta el 17 de agosto. Ese día se desplazó a la comunidad de Los Limones, el lugar en el que el 6 de octubre dio esquinazo al personal de la Secretaría de Marina, que comanda las operaciones de búsqueda y captura. El diario incluso muestra imágenes de una cabaña de madera, “modesta pero acogedora”, en la que se escondió el narcotraficante en Bastantitas y donde “se supone que recibía visitas femeninas”.

Desde hace tiempo, Excélsior presenta en su página web un especial sobre el caso, que incluye un estudio grafológico de la letra del líder del cártel de Sinaloa. El informe señala que el “espacio entre letras” de la grafía del “Chapo” expresa “incertidumbre en el futuro”.

“Está cerca la captura, la armada de México tiene esta tremenda responsabilidad, ya lo ha hecho una vez. Preveo que en un corto plazo, quizás no más de un mes, Guzmán tendría que ser reaprehendido”, advierte Oliva.