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Domingo, 24 de Noviembre del 2024
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Morales pide investigar posibles irregularidades en la contratación de una firma china

La Paz.-

Bolivia

El Tribunal Superior Electoral de Brasil notificó oficialmente hoy a la presidenta Dilma Rousseff sobre una demanda que la acusa de irregularidades durante la campaña de 2014, que podrían costarle el cargo, confirmaron fuentes oficiales.

En una declaración a los medios en la ciudad andina de Oruro (oeste), Morales leyó una carta que envió a la Contraloría en la que pide que se investiguen los “procedimientos administrativos que se aplicaron” al contratar a CAMCE, “con el objetivo de determinar la existencia o inexistencia de irregularidades” en estos procesos. Recordó que su Gobierno rescindió por incumplimiento uno de los contratos firmados con esa empresa china para la construcción de una vía férrea entre la localidad de Bulo Bulo, en la región de Cochabamba (centro) y el pueblo de Montero, en Santa Cruz (este).

“Si hubiera tráfico de influencias, no hubiera ninguna ejecución de la boleta de garantía (...) Quisiera que la Contraloría diga la verdad y por eso estamos pidiendo con nota escrita y pública que la Contraloría debe hacer profundas investigaciones sobre esta empresa”, indicó.

La decisión de Morales se produce después de que el mandatario haya tenido que enfrentar acusaciones de supuesto tráfico de influencias en las diversas firmas de contratos entre el Estado boliviano y CAMC. La gerente comercial en Bolivia de esa compañía china es la boliviana Gabriela Zapata, expareja del mandatario y con la que tuvo en 2007 un hijo que falleció poco después, según ha reconocido el presidente.

La polémica sobre Zapata, que hoy tiene 29 años, ha saltado a los medios porque hasta ahora no se conocía la existencia del niño que tuvo con Morales y porque trabaja para una empresa a la que el Estado le adjudicó contratos por valor de 566 millones de dólares. Además, la prensa local ha publicado numerosas informaciones sobre el elevado estilo de vida de la ejecutiva y la lujosa casa en la que reside.

Morales volvió a atribuir hoy las acusaciones en su contra a una “guerra sucia” con miras al referendo del 21 de febrero, en el que los bolivianos deberán aprobar o rechazar con su voto una reforma constitucional que permita al mandatario volver a presentarse en las elecciones de 2019 en busca de un cuarto mandato hasta 2025.

“No conozco de ese llamado tráfico de influencias, no conozco del tema de corrupción, pero cuando se acercan eventos democráticos como el referendo, (aparece) cualquier acusación, cualquier mentira. Por eso, como una institución del Estado, la Contraloría debe investigar de manera inmediata y que diga la verdad sobre estos contratos”, agregó el gobernante.