1. Skip to Menu
  2. Skip to Content
  3. Skip to Footer
Domingo, 24 de Noviembre del 2024
| 12:32 am

Síguenos en Las Americas Newspaper Facebook Las Americas Newspaper Twitter Las Americas Newspaper Google Plus

Salvadoreños implicados en escándalo “Panamá Papers”

San Salvador.-

Salvador Panama Papers

Empresarios, funcionarios públicos, financistas de políticos y excandidatos solicitaron los servicios de Mossack Fonseca a través de firmas legales intermediarias con sede en El Salvador

Luego de que se filtraran cerca de 11 millones de documentos de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca, se conoció que 33 abogados salvadoreños sirvieron de nexos para que empresarios locales crearan 220 empresas anónimas en paraísos fiscales a fin de hacer transacciones monetarias en los llamados paraísos fiscales de Panamá, Islas Vírgenes, Bahamas, Nieu o Nevada, sin ser detectados.

En la lista destaca que ocho salvadoreños buscaron de manera directa los servicios de Mossack Fonseca entre ellos empresarios de medios de comunicación y políticos, de acuerdo a una publicación de El Faro, medio que dio a conocer el caso en el país. Según una investigación periodística internacional, las empresas de salvadoreños se crearon entre 2000 y 2015. Mossack Fonseca ofrecía estas ventajas a sus clientes: protección de activos, ventajas fiscales y anonimato.

El bufete de abogados panameños logró que las empresas salvadoreñas se asentaran en su mayoría en paraísos fiscales como Islas Vírgenes Británicas, Panamá y el estado de Nevada (Estados Unidos). La forma de operar es compleja pero con un patrón repetitivo: un beneficiario se pone en contacto con Mossack, a través de su intermediario-abogado, para crear una empresa offshore (fuera de costa).

Suponiendo que se crea en Panamá, Mossack pone la lista completa de directores de la nueva empresa, generalmente empleados de la misma firma, residentes en colonias de clase media de la capital panameña que además aparecen como directivos en otros cientos de empresas offshore. La nueva empresa inscrita en el registro público panameño con esa junta directiva fantasma, depende de otra empresa más grande, una empresa “shell” (coraza) creada también por Mossack Fonseca mediante un procedimiento similar.

Las reuniones de la junta directiva se hacen, según las actas, siempre en las oficinas del despacho panameño desde donde se aprueban acuerdos para emitir acciones o poderes a los verdaderos dueños.

Según El Faro, empresarios, funcionarios públicos, financistas de políticos y excandidatos solicitaron los servicios de Mossack Fonseca a través de firmas legales intermediarias con sede en El Salvador.