ICE capturó a violador de derechos humanos, pero agentes federales retirados lo consideran un héroe
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- Categoría: Washington DC
- Publicado el Martes, 13 Junio 2017 10:36pm
Washington DC.-
Los agentes federales jubilados cuentan una historia diferente sobre el delgado padre con anteojos que ha estado sentado en una cárcel de inmigrantes desde finales de marzo. Dicen que es un informante confidencial del FBI que arriesgó su propia seguridad para salvar vidas estadounidenses y debería haber recibido una tarjeta de residencia (green card). En cambio, se enfrenta a la deportación a un país donde su historia de espionaje para Estados Unidos podría hacer que lo maten.
El hombre, cuyo nombre está siendo protegido por el Washington Post por preocupaciones sobre su seguridad, evitó un “gran ataque terrorista” en una embajada estadounidense en África, descubrió redes de apoyo para algunos de los secuestradores del 11 de septiembre e investigó los asesinatos de EE.UU. en Somalia, según declaraciones confidenciales de agentes federales jubilados compartidas con el Washington Post.
“Está recibiendo un mal trato”, dijo Richard Lauría, un ex agente especial de inmigración asignado a la Fuerza de Tarea Conjunta del Terrorismo del país. “Él excedió las expectativas, y no debería estar en la posición que está ahora”.
El caso del hombre ilustra la poderosa influencia que el gobierno de Estados Unidos ejerce sobre los informantes y testigos extranjeros y las concesiones que ambas partes tienen que hacer. El gobierno ha ofrecido por mucho tiempo visas especiales a los inmigrantes que proporcionan información crítica sobre el terrorismo o las organizaciones criminales, incluso si esos inmigrantes están aquí ilegalmente o tienen antecedentes penales. Las visas conducen a la residencia o a la ciudadanía estadounidense. Pero los críticos dicen que Estados Unidos a menudo no mantiene su parte de la negociación, dejando a personas como el somalí en el limbo legal, siempre y cuando cooperen, y en riesgo de deportación cuando para de hacerlo.
El hombre se convirtió en un informante para evitar la deportación después de ser arrestado por un cargo criminal de fraude migratorio en 1998. Continuó ese trabajo de vez en cuando durante casi dos décadas, incluso mientras acumulaba cargos criminales menores. Ahora es de mediana edad con hijos nacidos en Estados Unidos. A principios de este año, le a sus contactos del FBI con los que trabajó por última vez ya no trabajaría para ellos. Poco después de eso, fue arrestado.
Funcionarios estadounidenses dicen que los inmigrantes no tienen derecho a una visa S ─conocida de forma burlona como la visa “soplón” (snitch)─ a cambio de su trabajo. Y dicen que los informantes que cometen nuevos delitos pueden ser descalificados del programa.