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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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Poder de las organizaciones civiles

Por: Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Washington DC.-

quienes se ocupan en los derechos de las libertades individuales y libertades civiles de las personas, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca siempre fue una preocupación constante. Como muchos trabajadores indocumentados no tienen la facultad ni la capacidad económica y/o legal de enfrentar cargos contra las políticas del gobierno, lo más apropiado es cobijarse bajo el manto de estas organizaciones civiles.

Años atrás, cuando la ciudad de Costa Mesa estaba en el ojo del huracán, debido a que una mayoría de sus dirigentes políticos implementaron políticas contra los intereses de la población latina, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) y Hermandad Mexicana, junto a dirigentes locales de Costa Mesa, se unieron para contrarrestar las arbitrariedades de su gobierno. El entonces Alcalde Alan Mansoor (hoy, concejal de la ciudad), secundado por una mayoría de concejales anti-inmigrantes y apoyados por grupos altamente radicales de la derecha, incluyendo un neonazi (Martin H. Millard), aprobaron políticas que básicamente intentaban expulsar a la gente latina de la ciudad.Por ejemplo, en gobierno de Costa Mesa cerro un centro de trabajo que era utilizadopor la población latina, prohibió la práctica de futbol soccer en los parques de la ciudad y propuso la transformación de los policías de la ciudad en agentes migratorios.

LULAC, Hermandad Mexicana, junto a dirigentes locales, se opusieron vehementemente a las políticas anti-latinas del gobierno local. Al final, se logró truncar losplanes de otorgar poderes federales a los policías y también se logró sacar al racista Martin H. Millard del gobierno.

Al igual que en Costa Mesa, hoy las organizaciones civiles del país están prestas a resguardar los derechos de la población en general. LULAC ya se ha pronunciado en contra del régimen aterrador de Trump y está movilizando a sus dirigentes para educar acerca de los derechos del ciudadano, promoviendo una campaña de no decir nada cuando se es detenido por agentes migratorios.

Mantener la boca cerrada es un derecho ciudadano. La American Civil Liberty Union (ACLU), aunque no defiende estrictamente los derechos de los migrantes, es una organización que está lista para enfrentar las políticas represivas de la Administración Trump.

Años atrás, ACLU demandó al gobierno de Costa Mesa ante una corte federal por violentar los derechos de libre expresión de uno de sus ciudadanos. Hoy, ACLU está prestaa hacer algo similar debido a que no solamente tiene los recursos económicos sino también posee un grupo de profesionales especializados en la defensa de los derechos civiles y ciudadanosLos latinos, particularmente los inmigrantes indocumentados, no están solos. Existeuna serie de organizaciones civiles que resguardan sus derechos.