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Jueves, 21 de Noviembre del 2024
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Parcialidad de las leyes en el caso Bill Cosby

Por: Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Washington DC.-

La nulidad en el caso de Bill Cosby era una triste realidad que tenía que ocurrir tarde o temprano. Si tomamos en cuenta los datos estadísticos de la Organización Nacionalde Violación, Abuso & Incesto (RAINN, por sus siglas en inglés), la probabilidad de que unviolador sexual sea encarcelado es mínima. De 100 violadores sexuales, solo uno es enviado a la cárcel. La situación de la mujer es tan precaria que, cada 98 segundos, una es violada en algún lugar del país. Además, de cada seis mujeres, una ha sido víctima de atentado sexual o fue víctima de violación sexual durante el lapso de su vida. En promedio, existen 321,500 víctimas (de 12 años o mayor) de violación y abuso sexual por año. De ese total, el 15% de las mujeres pertenecen a una edad entre 12 y 17 años, 54% entre 18 y 34 años, 28% entre 35 y 64 años y 3% a personas mayores de 65%.

¿Por qué las cifras de RAINN demuestran una situación altamente difícil para las mujeres? Como manifestó Catharine MacKinnon, abogada y una de las defensoras de los derechos de la mujer más conocidas del mundo, las leyes norteamericanas y, en general, en todo el mundo, son edificadas en bases a los intereses de los hombres. Es decir, la codificación de las leyes en el sistema penal, incluyendo en la Constitución, normalmente tiene una inclinación a proteger los derechos de los hombres. La “violación sexual”, como norma vigente dentro del ordenamiento jurídico del país, a menudo resguarda el interés del violador en detrimento de la víctima.

No simplemente eso, sino que la mayoría de las mujeres que han sido víctimas de abuso y violación sexual, especialmente aquellas transgresiones que ocurrieron dentro de una relación marital o de parejas, no reportan el hecho a las autoridades pertinentes debido a que, como sucedió recientemente con el caso Bill Cosby, creen que las leyes no les van a amparar. Asimismo, estas víctimas a menudo se resisten reportar a sus violadores debido a que no quieren ser tratados doblemente como víctimas por la sociedad. Algunas comunidades conservadoras, las cuales a menudo son machistas, tienden a señalar negativamente (como mujeres “facilonas”) a quienes delatan a sus trasgresores.

Así, en el caso de Bill Cosby, el jurado no pudo alcanzar una sentencia a favor de la víctima debido a que es muy difícil probar la culpabilidad del famoso comediante. Al final,el proceso jurídico se convirtió en la palabra del violador contra la palabra de la víctima. En estas circunstancias, el violador tiene todas las de ganar.