Asesinato en casa de Pensilvania donde 12 niñas fueron retenidas por años
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- Categoría: Nacional
- Publicado el Lunes, 27 Junio 2016 4:34pm
Pensilvania.-
La policía tocó en la puerta azul de la casa de Lee Kaplan en Feasterville, Pensilvania. Cuando los detectives entraron, las niñas se escabulleron. Algunas se escondieron en un gallinero en la parte de atrás de la casa. En total, 11 niñas y una joven de 18 años vivían dentro de la casa de estilo Cape Cod.
Para el detective no era extraño el lugar, con el césped crecido y hierbas que cubrían el patio de enfrente. Él había estado ahí hace dos años para investigar un incendio. En ese entonces, Kaplan dijo que las niñas estaban en ese lugar mientras su casa era renovada. Pero dos años después, todavía seguían ahí, lo que para el detective levantó sospechas.
Entones comenzó a hacer preguntas. Savilla Stoltzfus, una residente de la casa de Kaplan, dijo que ella es la madre de 10 de las 12 menores. Stoltzfus y su esposo Daniel “regalaron” a una de sus hijas a Kaplan cuando ella tenía solo 14 años. La pareja, que es exintegrante de la comunidad Amish, enfrentaba dificultades financieras en ese entonces e “investigaron la legalidad (del acuerdo) en Internet”, de acuerdo con la acusación de la policía.
Ahora, la hija de 18 años de Stoltzfus tiene dos hijos con Kaplan, de 51 años.
Cuando les contaron su historia al detective, Stoltzfus y Kaplan parecían creer que nada estaba mal, dijo David Heckler, fiscal del distrito del condado de Bucks. Pero sus comentarios fueron suficientes para que Kaplan, Daniel y Savilla Stoltzfus fueran arrestados. La policía ahora está trabajando para unir los puntos y saber qué ocurrió dentro de la casa.
En tanto, los vecinos revelaron que ellos sabían que algo estaba mal desde hace años. Algo ‘se sentía mal’ Fue una llamada de la vecina Jen Betz a una línea de ayuda lo que llevó a la policía a tocar la puerta de la casa de Kaplan ese día, de acuerdo con el fiscal de distrito. Betz dijo que las cosas “se miraban algo raras” cuando ella pasaba manejando por enfrente de la casa.
Pero no era la fachada descuidada lo que le molestaba. Ella miró a las niñas afuera, recogiendo cosas de árboles. Vio a un hombre mayor, pero nunca a alguien que pareciera su esposa, o a una mamá de las niñas. Ella comenzó a colectar notas mentales mientras cosas extrañas comenzaban a acumularse, como una luz azul brillando en la parte trasera de la casa. Su color coincidía con el de la puerta principal, la moldura alrededor de las ventanas y eventualmente, con el de los vestidos que tenían varias de las niñas. Betz creyó que se miraban Amish, con su largo cabello y sus largos vestidos, pero esa comunidad no vive típicamente en esa área.