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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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Tres medidas con las que Trump pretende reducir el peso de Washington D.C.

Washington DC.-

Casa Blanca

Con menos empleados, menos impuestos y menos regulaciones. Trump inicia el camino para cumplir sus promesas económicas con decisiones que podrían afectar directamente el desempeño del gobierno federal.

El presidente Donald Trump arrancó su primera semana de gobierno con tres decisiones que buscan reducir el peso de la administración federal en Estados Unidos, una promesa que hizo durante su campaña electoral. “Estamos transfiriendo el poder de Washington DC y devolviéndoselo a ustedes”, dijo al jurar el cargo en un discurso con tonos populistas.

Y este lunes reafirmó esa intención al reunirse con líderes empresarios y al firmar nuevas órdenes ejecutivas. Congela la contratación de empleados federales. Entre los documentos que firmó este lunes el presidente, hay una orden ejecutiva con consecuencias directas para el gobierno federal: congeló la contratación de parte de los trabajadores federales. De esta manera, el mandatario cumple una de sus promesas de campaña.

El objetivo, según dijo este lunes, es reducir el gasto laboral del gobierno del país y el tamaño de su fuerza laboral, aunque el porcentaje de trabajadores federales respecto el total nacional de empleados se encuentra en mínimos históricos. Es un memorándum similar al que el presidente George Bush hijo firmó en 2001 al llegar a la Casa Blanca.

Hay una excepción a la congelación de contrataciones: las Fuerzas Armadas. Eso dijo el presidente a los periodistas y, de hecho, su página web va más allá. Se queja de los menores operativos militares de Estados Unidos en las últimas dos décadas y promete revertir la tendencia hasta que la nación logre un dominio militar que sea “incuestionable” en el mundo.

Promete menos impuestos a las corporaciones. En una reunión en la Casa Blanca con una docena de líderes empresariales (de Dell, Ford y Johnson & Johnson, entre otros), el presidente Trump les anticipó reducciones “masivas” de impuestos (que podrían pasar del 35% al 15%), una oferta con la que pretende seducirlos a la idea de que se mantengan produciendo en Estados Unidos. Lo que no dijo es que las grandes empresas estadounidenses ya pagan de media el 14% gracias a las deducciones fiscales.

“Si se quedan, no habrá impuestos. No se vayan, no despidan a la gente en Estados Unidos”, dijo. En distintas ocasiones durante la campaña y en la transición, Trump ha criticado que Estados Unidos haya enriquecido a la industria extranjera y dejado desvalida a la clase trabajadora del país. “Queremos hacer nuestros productos aquí”, reiteró.