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Jueves, 21 de Noviembre del 2024
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La apuesta por un diálogo sincero

Por: Víctor Corcoba Herrero/ Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

ISIS

Hoy el mundo necesita resolver el campo de los conflictos por la vía del diálogo y la comprensión, puestoque la violencia jamás resuelve contienda alguna, ni siquiera aminora sus consecuencias catastróficas. A poco que nosadentremos en nuestra historia veremos que el recurso a las armas lo único que ha generado es más dolor, más derrotade la razón, más fracaso de la humanidad. Es hora, pues, que aprendamos a dirimir las controversias por la vía delentendimiento, de la racionalidad y del consenso. De lo contrario, activaremos un mundo salvaje en el que todosestamos amenazados por la globalización del terror.

Frente a estos sembradores de la locura del caos, se requiereserenidad, sosiego y mucha calma, para tomar el valor preciso y la valentía necesaria, a fin de poder detener a estoslobos destructores de vida. No podemos perder más tiempo en discursos vacíos, la especie humana corre peligro deextinción en batallas inútiles. Con el camino recorrido hasta ahora, y totalmente globalizados, solicitamos armonizar diferencias, establecer pautas de concordia, abrir fronteras y detener a los sembradores del miedo. Mirando nuestra realidad actual, toca hacer justicia más allá de las palabras de la ley, dignificando a todoser humano; y, sobre todo, escuchando más. La base sobre la cual construir la paz, algo verdaderamente necesariopara acrecentar una convivencia más humana, demanda en primer término un silencioso diálogo del alma consigomismo entorno al ser, y después poner oído para comprender lo que se piensa.

A renglón seguido, es fundamental quela moral y la ética estén presentes en todas nuestras transacciones. Si los líderes del mundo no contribuyen aejemplarizar los mercados, así como a socorrer a toda persona, sólo se estará ayudando a que se acreciente la corrupción y a aquellos que, como el ISIS y Al Qaeda, usan estos argumentos para r e - clutar a m á s gente para poner enriesgo la seguridad planetaria. Hemos de ser solidarios, ya no solo con los refugiados, también con los pobres y los excluidos. Tenemos que superar egoísmos, intereses de grupos, individualismos. Ya no podemos tolerar tantas desigualdades, tantas injusticias sembradas. El tiempo se agota para multitud de seres indefensos, en este caso paramás de un millón de niños en el noroeste de Nigeria, Sudán del Sur, Somalia y Yemen, acaba de advertirlo el Fondode la ONU para la Infancia, UNICEF.

En el corazón de todo diálogo sincero está siempre la deferencia por el otro, la consideración y el afecto pornuestro análogo. Algo que hay que propiciar desde la misma familia (para hacer familia), y desde la escuela (parasentar conciencia), ya que es algo más que un intercambio de ideas, es una manera de acercarse para confrontardiversos puntos de vista, y así poder examinar aquello que nos une y aquello que nos separa. Desde luego, los derechos humanos han de ser el abecedario de todas las políticas. Lo acaba de subrayar la presidenta de Chile, Michelle Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU: “para alcanzar la paz y la seguridad, así comoel desarrollo sostenible se debe poner la dignidad y los derechos de las personas al centro de las políticas y lasdecisiones de los gobiernos”.

Sin duda, esto exige poner más atención, mayor sintonía ante las quejas de los ciudadanos, mayor deseo de tender la mano hasta el fondo del que nos necesite, pues la comunión surge del diálogofraterno. No lo olvidemos. Si en verdad queremos llegar a la plena armonía, hemos de avivar en nosotros el espíritumás intercesor. Bajo esta perspectiva conciliadora que nace del auténtico diálogo, toda la comunidad mundial está llamadaa adoptar lenguajes de confluencia. No hay otro modo de humanizarse que el respeto a una convivencia en el quetodo está conectado; y, para esta conexión, lo que menos falta hacen son las armas, y sí la confianza entre todos y la cooperación (colaboración) como acción recíproca.