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Lunes, 23 de Diciembre del 2024
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Afecta nuestra personalidad el orden de nacer

Hermanos

Al parecer, el orden de nacimiento puede afectar a nuestra personalidad, comportamiento y visión del mundo, según los expertos. Nuestra posición en la familia según el orden de nacimiento es considerado por algunos investigadores y psicólogos como una de las influencias más poderosas sobre la personalidad, junto con la genética, el género, el temperamento y los estilos de crianza.

Seguramente en más de una ocasión habrás oído decir que el hijo mayor tiende a ser más responsable, mientras que los niños que no tienen hermanos son mucho más propensos a ser egoístas y exigentes. ¿Son estas características estereotipos, o realmente es cierto que nuestro orden de nacimiento puede dar forma a nuestra personalidad?

La teoría de la influencia del orden de nacimiento en el comportamiento humano apareció por primera vez a finales de los años veinte de la mano del psicólogo Alfred Adler, amigo y colega de Sigmund Freud. Adler creía que el orden en el que nacemos dentro de la familia afecta intrínsecamente a nuestra personalidad. Posteriormente, otros teóricos como Frank Sulloway y Delroy Paulhus también escribieron sobre este tema.

A continuación te explicamos cómo serían los distintos tipos de personalidad según el orden de nacimiento.

Según Adler, el niño más mayor tiende a ser conservador, orientado al triunfo y predispuesto hacia el liderazgo. Debido a que suelen asumir la responsabilidad de sus hermanos menores, los primogénitos crecen para ser cariñosos, más dispuestos a convertirse en padres y más propensos a tomar la iniciativa. Los primogénitos disfrutan de la presencia de sus padres en solitario, un privilegio que no poseerán los demás hermanos, lo que puede explicar por qué a veces actúan como mini-adultos. Los primogénitos suelen ser diligentes y quieren ser los mejores en todo lo que hacen. Sobresalen a la hora de ganar los corazones de sus mayores.

El segundo o mediano puesto que el hermano o la hermana mayor es un “modelo a seguir”, a menudo los medianos o segundos hijos se esfuerzan por superarle de alguna forma. Su ritmo de desarrollo es más rápido. Los hijos del medio en una familia tienden a ser ambiciosos, pero rara vez son egoístas. También son más propensos a establecer metas excesivamente altas para sí mismos. Esto aumenta el número de fracasos, sin embargo saben cómo hacer frente a las dificultades en la vida, y eso es lo que los hace más fuertes.