10 mandamientos de la mujer: para ser feliz, exitosa y linda
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- Categoría: Reflexion
- Publicado el Lunes, 18 Marzo 2013 4:25pm
“Y Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”. Y a una mujer tan problemática como contar las líneas de la palma de la mano. Somos femeninas, con necesidades diferentes y tan propias que incluso llegan a tildarnos de “complicadas”. Error: somos únicas. Por eso, nuestros objetivos y mecanismos para culminarlos son tan exclusivos como sencillos. Deja que la “ley divina” ilumine tu camino y conoce los 10 mandamientos de una mujer 10. 1. Sé irresistible: El acto de la conquista debe hacer parte de ti. Te da autonomía, te vuelve sexy, estratégica y poderosa. Tienes todo el equipo, solo debes saber cómo usarlo. Sexy del cerebro a los pies, de la mirada hasta las palabras. Este acto de conquista no solo te hace ver más joven, sino más independiente y segura de ti misma. 2. Sé vanidosa: Si la perfección estética no es algo que te quite el sueño, definitivamente debes saber que la sensación de auto aceptación con nosotras mismas es clave para sentirte plena. Acéptalo y no te engañes: tú, como el resto de las mujeres, quieres verte bonita y reconocerte como tal. Arréglate a tu manera, como mejor te sientas cómoda, nadie tiene derecho a juzgarte si cuando caminas tienes la convicción de que eres tan hermosa como cualquiera. 3. No juzgues o seréis juzgados: Una característica propia de nuestro género es ser muy duras con nuestro propio reflejo, y que se cuiden las que te rodean, porque a veces tu ponzoñosa lengua está lista para atacar. Nunca nos gusta lo que vemos frente al espejo, constantemente nos comparamos con cuanta mujer 90-60- 90 se nos atraviesa, y cuando las malas pulgas habitan en nuestra vida, no tienes sino calificativos negativos para como te ves. 4. Piensa en ti: No importa qué tan buena novia, hija, madre, amiga, amante, estudiante, trabajadora seas; preocupada por el bienestar de quienes te rodean y por hacer felices a otros. Pero, ¿eres realmente feliz? Date momentos contigo misma, de soledad, de ocupar tu tiempo, energías y dinero en ti: eres tú el centro de tu universo, eres tú quien sobresale por encima de todos, sin que esto te haga egoísta. Busca lo que quieres, no lo que los demás te piden que seas. 5. No muestres el hambre: Nada de venderte como un trozo de carne. Tienes que llegar a las cosas, no exponerte como quién ofrece una baratija. En el amor, en el sexo, en el trabajo y hasta con tus metas propias, siempre mantente firme en tus convicciones y en lo que crees que te hace mejor persona. ¿Tu novio ya no te quiere? No ruegues por amor. ¿En tu trabajo no te valoran? Debes ser indispensable, no un estorbo, así que búscate uno nuevo en el que tus capacidades afloren al 100%. ¿No tienes amigas de verdad y haces hasta lo i m p o - sible para ganarte el afecto de los demás? Son los demás los que deben ganarse tu atención, no tú la que necesita ser vista y aceptada forzosamente. 6. Buena pero no boba: Ni ser mala está de moda ni ser una santurrona te asegurará un puesto al lado de San Pedro. Seguridad y confianza en cada paso que das, haciendo el bien sin mirar a quien pero siempre con el propósito de cumplir tus metas, que al fin de cuentas es lo que realmente importa. Ser un ángel endemoniado no te hace más fuerte; aprender a decir “no”, tener buena energía contigo misma y con los demás, saber perdonar, hacerte respetar y levantarte cuando caes, sí que te hace poderosa. 7. Toma la iniciativa: Ve por ello, por esto y aquello. No esperes empujones eternos, no le des largas esperas a las cosas ni dilates lo que tiene pasar. Sé la que da el primer paso, llévate el orgullo de ser la propulsora y motivadora de que las cosas sucedan, no te quedes relegada en el pasado y actúa sobre el presente, y, de una vez, sobre el futuro. 8. No seas machista: Ni tampoco una feminista extremista. Los hombres te tratan como dejas que te traten. Si siempre esperas que te traten como una princesa de los cuentos de Disney, no te extrañe que tu figura de mujer sea equivalente a “naciste solo para ser ama de casa y tener hijos”. Mujer es delicadeza, más no ser inservible. No te sientas menospreciada si eres madre soltera, si no tienes suficiente dinero como para darte todos tus gustos o si eres la madre de un hijo con problemas: ante todo, eres un ser humano, no una estatua impenetrable. 9. El sexo es tu problema: No es tu labor hacerlos sentir bien a ellos: eres tú la responsable de sentir placer y satisfacción plena cuando estás bajo las sábanas. Si tú debes ser la encargada de tus propios orgasmos, no des reversa en lo que es un derecho propio de tu sexualidad y de ser mujer. Y si de polémicas se trata, no te sientas juzgada por tus inclinaciones sexuales, menos aún si no te sientes segura de tu pareja o de lo que sientes: nadie tiene derecho de tocarte si así no lo quieres. 10. No busques la aprobación de los demás: Rompe el molde y no trates de cambiar tu esencia solo para agradar a otros. Encajar en la sociedad no es tu objetivo de vida. No te traiciones a ti misma siendo lo que los demás esperan que seas: “tienes que casarte, ni se te ocurra ser una solterona”, “debes tener un hijo”, “no te divorcies porque no está bien visto”, “ese es un trabajo para hombres, no te metas”, “sé una dama de casa y cuida de los niños como una buena mujer”.