“Cuando muere un ser amado”
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- Categoría: Reflexion
- Publicado el Lunes, 24 Noviembre 2014 1:10am
Muchas veces por diferentes razones, enfrentamos situaciones dolorosas, lloramos, nos desesperamos y al final, de una u otra manera encontramos solución al problema que nos agobia. ¿Pero qué pasa cuando un ser amado nos es arrebatado por la muerte? Nos encontramos frente a frente ante la impotencia, la desolación y muchas veces sentimiento de culpa. La muerte de alguien amado es algo que no elegimos, ni siquiera lo elige quien se marcha y nos encontramos así de pronto con preguntas que no tiene respuestas y si las tiene nos cuesta aceptarlas.
¿Por qué a mí?
¿Qué pude hacer diferente?
¿Por qué me abandonó?
Aún con el dolor inexplicable que enfrentamos, no nos queda otra alternativa que erguirnos y ser fuertes, porque muchas veces cuando se es el bastión de la familia no podemos derrumbarnos. No podemos permitirnos derrumbar por el dolor, pues arrastraríamos a otros que también amamos y que también sufren como nosotros por la pérdida física de quien se marcha.
Bien sabido es que no se supera la muerte, pero aprendemos a vivir con la ausencia de nuestros seres queridos, con la melancolía que aún después del paso de tiempo nos asalta y nos lastima. No se puede explicar los sentimientos que provoca la partida de alguien a quien amamos, menos aún cuando la muerte se presenta de improviso. Nos enfrentamos a un mundo nuevo, a una vida que no nos imaginamos que existía, nos enfrentamos al camino que desde ese momento debemos recorrer sin aquel a quien tan amamos y que ya no está.
Cuando estamos felices con los que amamos, no pensamos por un momento que no somos los dueños de la vida, nos olvidamos que ninguno nos prometió que seríamos eternos en esta vida terrenal, no pensamos en los sucesos imprevistos que muchas veces golpean inmisericorde mente muestra vida.
¿Qué hace un/a hija/o que pierde a la madre?
Ninguno nos dijo que algún día podríamos perder a la madre, o al padre, porque al igual que nosotros, se da por sentado que están allí, con su guía y los consejos de su sabiduría, experiencia y madurez.
¿Qué hace una madre cuando ha perdido a un hijo?
Se queda balbuceando las canciones de cuna que ya no encuentran eco en los oídos de su hijo amado, no importa a que edad se les haya ido, es su hijo y ya no lo tiene.
Cualquiera que sea nuestra posición o jerarquía en la familia, nos quedamos desgarradoramente solos, extrañando al padre, madre, esposo, hermano o hijo que nos fue arrebatado.