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Viernes, 15 de Noviembre del 2024
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Hay que tender puentes; no levantar muros

Por: Víctor Corcoba Herrero/ Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Puente

Se dice que la amistad lo es todo en esta vida de tantos intereses. Algunos han llegado a decirque vale más que cualquier tesoro, otros más que el talento e incluso más que la propia familia. Sea comofuere, para cultivar la solidaridad, en este planeta que todos compartimos, hemos de afanarnos en hallarlos vínculos que nos unen, independientemente de la raza, la religión, el género, la orientación sexual olas fronteras; y, para ello, el afecto por cualquier ser humano, provenga de donde provenga, esfundamental.

Con razón y justo criterio, la Asamblea General de Naciones Unidas designó en el año 2011el Día Internacional de la Amistad (30 de julio), con la idea de que la consideración entre los pueblos,los países, las culturas y las personas puede inspirar iniciativas de paz, presentando desde el aprecio porcada ciudadano una oportunidad de tender puentes entre las comunidades. Evidentemente, no podemosseguir levantando muros en un planeta globalizado. Al fin y al cabo, todos somos dependientes de todos.

Es arcaico pues, declarar la independencia de nada, por muy bien que suene la música, el espíritu deapertura y comprensión es lo único que nos armoniza. Por tanto, cuesta entender que individuos que notienen más remedio que vivir juntos, se distancien como jamás, y pongan barreras a sus convecinos, enlugar de abrazarse y compartir territorios. El mundo, con sus poderes tan competitivos y corruptos, tiene que integrarse más en laciudadanía, hacer valer el espíritu humano y, al mismo tiempo, velar porque ese espíritu prevalezca.

Porconsiguiente, sería bueno ahondar en la idea de la concordia, tan presente en los ideales de las NacionesUnidas, y, sin embargo, tan negada en los ambientes poderosos de las diversas naciones. A pesar de que laCarta proclama que uno de los propósitos de la Organización radica en fomentar entre las naciones relaciones de amistad", lo cierto es que las tensiones no cesan y las violencias nos desbordan. La realidadno puede ser más horrenda, multitud de familias en el mundo sufren espantosas atrocidades, incluyendoasesinatos, secuestros y el reclutamiento de inocentes (niños) para luchar en primera línea del conflicto,también mujeres y niñas son golpeadas, violadas y hasta quemadas vivas.

Desde luego, este ciclodestructor de existencias debe cesar cuanto antes y, para que cese, pienso que primero debemos activarmás que nunca las ayudas humanitarias y, después, hemos de impulsar, con el coraje necesario, el espíritude la justicia universal, ante este absurdo torrente de crímenes, que causan verdadera catástrofe humana.Dado, precisamente, que en la constitución de la UNESCO se señala la necesidad de que la paz no se base exclusivamente acuerdos políticos y económicos entre gobiernos sino en la solidaridad intelectualy moral de la humanidad, convendría que toda la especie humana mejorase la cooperación ycomprendiese más la voz de los sin voz, que al fin son los que primero fallecen, y de qué manera a vecestan cruel. La barbarie de los muros nos están dejando sin aire para poder respirar, para sentir la agonía denuestro semejante; somos así de necios y, esta necedad, por desgracia, alimenta el extremismo.

Es verdadque la sociedad civil es cada vez más fuerte, pero también la intolerancia está aumentando, hasta el punto,que ningún país u organización puede derrotar el terrorismo por sí solo. A mi juicio, es vital que toda laciudadanía mundializada apueste por el respeto y el interés mutuo, conceptos que han de formar parte detoda vida humana, habite en el lugar que habite, sólo así podremos avanzar hacia esa humanización delmundo e inspirar iniciativas de sosiego.

Naturalmente, va a ser más fácil trabajar si lo hacemos con elvínculo de la unión, al menos nos impedirá resbalar hacia el abismo, sabiendo que cualquier operaciónantiterrorista no puede ignorar los derechos humanos y ha de respetar las leyes, reconociendo la amistadcomo sentimiento noble y valioso en la vida de los seres humanos de todo el planeta. Por otra parte,convencido de la importancia de implicar a los jóvenes y a los futuros líderes en actividades comunitariasencaminadas a fomentar una cultura más próxima, hermanada con las diversas civilizaciones, creo quepuede ser interesante estos cultivos encaminados a hacernos más tolerantes, enalteciendo de este modo ladiversidad cultural, en detrimento de comportamientos irreconciliables.