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Sábado, 21 de Septiembre del 2024
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El voluntariado como agente de esperanza

Por: Víctor Corcoba Herrero/ Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Voluntariados

Tenemos que despojarnos de guerras y sufrimientos. Es cierto. La realidad es horrible, sí quierenespantosa, pero tampoco podemos dejarnos atrapar por la tristeza y, aún peor, permanecer abatidos por eldesconsuelo. Seamos personas de esperanza, de saber mirar y ver, pero jamás debemos asustarnos pornada, ni por nadie. Al fin, todo tiene su momento, su revisión, nada es perenne, pues aunque la situaciónactual sea grotesca, con un color antiestético que nos reviente la mirada, debemos soportarlo conpaciencia, pero también con valentía.

Hay muchos, muchos pueblos, ciudades y ciudadanos, mucha gente,que sufre; muchas guerras, mucho odio, mucha envidia, mucha mundanidad anímica y mucha corrupción; pero todo esto caerá más pronto que tarde, o más tarde que pronto, y nos servirá para recapacitar, con lacabeza siempre en alto, sobre lo vivido y lo que nos queda por vivir.

Precisamente, es desde estadimensión de la memoria, como construimos el presente y nos renovamos, mirando hacia adelante, pueslo peor que nos puede pasar, es quedarnos anclados en nuestra propia historia, sin hacer nada pornosotros, ni por nuestros análogos, o por el orbe mismo. Somos personas de acción y reacción, de andares y sendas, siempre en búsqueda y auxilio. Nosnecesitamos unos a otros. Un equipo de socorro traslada en su coche a un niño al hospital. Una familia, enla que ninguno de sus miembros trabaja, puede comer caliente gracias a la solidaridad de la gente de subarrio. Una mujer maltratada por su compañero ha quedado a salvo, refugiándose en el piso de unavecina.

Son acontecimientos tremendos que se repiten por todo el mundo. Nadie estamos totalmente asalvo. Viendo estas situaciones se me ocurre pensar en tantísimos voluntarios que ofrecen su tiempo, suformación y sus recursos en las personas que más lo necesitan. Cuando bebas agua, dice un proverbiochino, que recordemos la fuente. El agradecimiento nunca está demás.

Justamente por ello, el Día Internacional de los Voluntarios (cinco de diciembre) nos brinda la oportunidad de mostrar nuestragratitud a las numerosas personas de bien que actúan con esa generosidad, y de animar a otros a que sigansu modelo. Estoy convencido que este impulso humano, lo que hace es humanizarnos mucho más a todos,querernos por principio y abrazar un sistema de vida más esperanzador para todos.

Partiendo del dicho: “de bien nacidos es ser agradecidos”; estos agentes de esperanza, que sonlos voluntarios, con su labor de servicio desinteresado e incondicional con el prójimo, sin dudacontribuyen a generar un cambio positivo para otros, pero además, ellos mismos, también se ventransformados con su quehacer.

Por consiguiente, aplaudo a todos los que se donan sin condiciones, a losque trabajan gratuitamente en beneficio de la colectividad, a los que ponen su vida en riesgo por salvarvidas ajenas, pues su presente de lucha es nuestro futuro de fraternización, encaminado a prevenirconflictos, a socorrer a las sociedades para que puedan recuperarse de las inútiles contiendas, o la deprestar asistencia en las situaciones de crisis.

Evidentemente, el voluntariado se sustenta en los valoreshumanos, en la solidaridad más profunda, y en la confianza de su mismo linaje, transcendiendo cualquierfrente o frontera cultural, lingüística, religiosa y geográfica. En este sentido, la misma Carta de lasNaciones Unidas, al iniciar con las palabras “nosotros los pueblos”, nos recuerda que idear solucionespara los problemas mundiales no es tarea sólo de los gobiernos, sino también de la ciudadanía enparticular, de las comunidades y la sociedad civil en su globalidad.

La esperanza, -como decía el poeta latino Ovidio-, “hace que agite el naufrago sus brazos enmedio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado”, y ciertamente, estos millones devoluntarios que se dejan la vida en promover un desarrollo para todos y la paz como horizonte, son tannecesarios como imprescindibles.

Juntos vigoricemos los marcos institucionales en que se apoyan estosagentes que unas veces consuelan, otras reaniman y tranquilizan con su efervescente ilusión. Unidos,utilicemos este recordatorio del cinco de diciembre, para activar el voluntariado como expresión denuestra humanización y como manera de promover el respeto mutuo entre todos.