Clamor de media noche...
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- Categoría: Reflexion
- Publicado el Domingo, 17 Enero 2016 12:13pm
Estamos viviendo los tiempos finales y la venida del Señor está a las puertas. Las señales son el pan de cada día y el Esposo viene ya por su esposa, pero ¿está la esposa lista y ataviada para la solemne ceremonia nupcial? La Iglesia de Jesucristo está en estos momentos atravesando una de las crisis más manifiestas en toda su historia. Falsos profetas, milagros engañosos, comerciantes de la fe. adormecimiento espiritual, el amor a Dios y al prójimo se ha enfriado, Jesucristo regresa por Su Iglesia, pero… ¿hallará fe?. Ante tantas señales que vemos no hay otra conclusión que Jesucristo está a las puertas y que estamos a tiempo de corregir nuestros errores y regresar a nuestras raíces espirituales. En la Sagrada Biblia, en el libro de Hechos de los Apóstoles (que debiera llamarse más bien Hechos del Espíritu Santo) podemos apreciar a la Iglesia primitiva. esta Iglesia tiene que ser un ejemplo para nosotros acerca de cómo debe ser la esposa de Nuestro Señor.
Miremos con detalle y estudiemos a la Iglesia que se describe en la Palabra de Dios, esa Iglesia que amaba a Jesucristo y daba aun su vida por Él.
Esa congregación que ponía en práctica el amor al prójimo y que era organizada en todo lo que hacía. Basta ya de pensar que por una simple oración que hicimos un día, sin dar frutos de ello, que vamos a heredar el cielo y una corona. No tengamos una actitud conformista y volvamos a nuestro primer amor con Dios, si queremos estar en las bodas de Cordero, es necesario que estemos como las vírgenes prudentes, preparados y con aceite en nuestras lámparas. Empezamos un año lleno de emociones, vivencias y cambios y crecimiento. Adquirimos un valor inimaginable saliendo, con la ayuda de Dios victoriosos de todas las experiencias de vida que este año nos puso en el camino y hemos aprendido que si antes lo importante era qué hacer en la vida, ahora lo que demanda atención es el cómo hacer bien las cosas de cada día.
Gracias a ti querido lector y a cada uno de los miembros de esta comunidad, que nos animan a continuar con nuestro propósito de contarle al mundo que la vida es mejor si la vivimos con Dios, con principios de honestidad, fraternidad, amabilidad y una sonrisa.