Consejos para comprender y amar a tu pareja
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- Categoría: Reflexion
- Publicado el Lunes, 22 Febrero 2016 1:29am
Con frecuencia se escucha en matrimonios con problemas, una expresión muy significativa: “somos muy diferentes”. Y no se cae en la cuenta que el problema no está en ser diferentes, sino en comprender esas diferencias. Lo primero no se puede evitar. Lo segundo es una conquista. Una buena comprensión del sexo opuesto ha salvado muchos matrimonios. Diferentes en los valores La queja más frecuente respecto a los hombres de parte de las mujeres es la de que estos no escuchan. El hombre generalmente o no le hace caso o escucha sólo unas palabras y a continuación da una solución. Además el hombre termina confundido, porque a ella parece ser que eso no le basta. Y en general sucede que la mujer desea solidaridad y comprensión y el hombre piensa que ella necesita soluciones.
La queja más frecuente de los hombres respecto a las mujeres es la de que ellas siempre están intentando cambiarlos. Cuando una mujer quiere a un hombre, se siente responsable de contribuir a su crecimiento e intenta ayudarle a mejorar su modo de hacer las cosas. Por mucho que se resista a su ayuda, ella persiste y busca cualquier momento para decirle lo que tiene que hacer. Ella cree que le está ayudando y él cree que lo está controlando. Lo que él desea de la mujer es aceptación. ¿Por qué pasa esto?
1. El hombre.
Los hombres dan valor al poder, a la competitividad, a la eficiencia, al logro. Siempre están haciendo cosas para demostrar su valía, para desarrollar su poder y sus capacidades. Eso define su sentimiento del yo. Se realizan a través del éxito y del logro. De ahí incluso sus gustos: el deporte, la caza, la acción… Les tiene generalmente sin cuidado las novelas románticas y los libros de formación personal. Se interesan más por los objetivos y las cosas que por la gente y los sentimientos. A los hombres les preocupa las cosas que pueden ayudarles a manifestar poder mediante los resultados y la consecución de sus objetivos. Y todavía mejor si lo hacen solos. La autonomía es un símbolo de eficiencia, poder y competencia.
2.
La mujer Las mujeres no tienen los mismos valores. Dan importancia al amor, a la comunicación, a los cuidados, a proteger, a enseñar, a la belleza, a las relaciones. Dedican más tiempo a apoyarse, a ayudarse, a cultivarse. Sus sentimientos y la calidad de sus relaciones definen su sentido del yo. En esto encuentran su realización. Y, en consecuencia, todo en ellas refleja estos valores. Más que construir autopistas, les interesa convivir en armonía, en comunidad y en amorosa cooperación. Es un modo opuesto al del hombre.