En Un Corazón Puro Existen Cosas Buenas
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- Categoría: Reflexion
- Publicado el Domingo, 30 Octubre 2016 10:56pm
En un corazón puro existen cosas buenas; pero en un corazón impuro sólo existen malas cosas.
En un corazón puro hay amor y cariño; pero en un corazón impuro hay odio y rencor.
En un corazón puro hay compasión y caridad; pero en un corazón impuro sólo existe coraje y envidia.
En un corazón puro hay bondad y humildad; pero en un corazón impuro hay maldad y soberbia.
En un corazón puro hay sólo verdad y fidelidad; pero en un corazón impuro sólo hay mentira y traición.
Un corazón puro está limpio y libre de culpas; pero un corazón impuro está sucio y lleno de culpas.
En un corazón puro sólo Dios existe y gobierna; pero en un corazón impuro sólo lo acosa el maligno.
Así es que; ¿quieres tener un corazón puro o un corazón impuro? Sólo tuya es la elección.
Un corazón puro siempre será bienaventurado; pero un corazón confuso siempre perverso será.
Un corazón puro se llena de las cosas de Dios; pero un corazón impuro se llena de cosas que hacen daño.
Ten siempre un corazón puro.
“Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios”. Muchos de nosotros hemos escuchado estas palabras que el Señor Jesús dijo en Mateo 5:8. No obstante, ¿A qué se refería? ¿acaso se refería a que una persona que es de corazón puro verá a Dios físicamente? o ¿tendrá una visión mística de Dios? ¿en qué se relaciona un corazón puro con ver a Dios? y ¿acaso no está Dios inaccesible y por consiguiente es invisible?
Cuando algo es puro está libre de toda mezcla. Por ejemplo, cuando se describe algo como oro puro, significa que no es nada más que oro; solamente es un solo ingrediente y nada añadido. De modo que, ¿qué significa ser puros de corazón? Las siguientes dos notas de pie de página de la Versión Recobro nos ayudan a entenderlo:
“Un corazón puro es un corazón sencillo sin mezcla, un corazón que sólo busca al Señor y toma al Señor como la única meta”. (Nota 3 de 1 Timoteo 1:5)
“Tener un corazón puro es tener un solo propósito, tener la meta singular de llevar a cabo la voluntad de Dios para Su gloria (1 Co. 10:31)”. (Nota 1 de Mateo 5:8)
Cuando tenemos un corazón puro sólo buscamos al Señor, lo tomamos como nuestra única meta y tenemos la meta singular de llevar a cabo la voluntad de Dios para Su gloria como nuestro único propósito.