¿Qué hacer, cuando tienes que empezar de cero?
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- Categoría: Reflexion
- Publicado el Sábado, 29 Junio 2013 8:00am
Cuando empiezas algo nuevo, lo ideal y lo que más deseas es que todo vaya bien y que logres el objetivo que te habías propuesto. Todos partimos con esa ilusión, por supuesto, y hacemos lo que haga falta para que las cosas funcionen, pero qué pasa cuándo no es así.
Muchas veces, por mucha ilusión y esfuerzo que pongas, las cosas no salen bien y, ya sea por una mala decisión (como me comentaba una lectora el otro día) o porque te empeñas en algo que no es más que un peso muerto, te toca abandonar el barco y empezar desde cero.
Y ¿entonces qué? Tu siguiente paso dependerá del tipo de situación en la que te encuentres en ese momento. ¿Con cuál de estas tres te identificas?:
1. Te has quedado completamente bloqueada y no sabes qué hacer Nunca te habías parado a considerar otras alternativas, tu siempre a lo tuyo y tan contenta y ahora que te encuentras sin ello, no sabes qué hacer. Si este es tu caso te toca trabajo de introspección, como comentaba en otro artículo, volver a considerar qué quieres en la vida, qué te gusta hacer, qué se te da bien o te pide la gente. Ese es el primer paso. No es fácil, así que cuanto antes empieces mejor. Puedes intentarlo por tu cuenta, buscar algún libro o contratar a alguien que te ayude, lo que sea con tal de salir de ese estado de angustia y bloqueo.
Pero sabes qué es lo mejor, evitar llegar a esa situación. ¿Cómo? No esperando a que pase algo así para descubrir qué otras cosas te gustan. Así, si en algún momento tienes que empezar de cero, tendrás miedo y lo pasarás mal pero al menos sab r á s que tien e s o p - ciones. Empieza ya a experimentar y probar otras cosas para ver qué te gusta. Yo por ejemplo hice el curso de coaching por afición y mira donde estoy ahora. Un ejercicio muy útil y a veces muy difícil es pensar si existieran cinco universos paralelos en los que no pudieras dedicarte a lo que haces ahora, ¿qué harías?
2. Estás desanimada y agotada pero al menos sabes qué quieres hacer a continuación. En este caso, la cuestión es volver a ponerte en marcha sin que los miedos y dudas te saboteen. Recuperar las fuerzas (tomándote unas vacaciones si es necesario), recordar las lecciones aprendidas y manos a la obra de nuevo.
Cuando yo decidí cambiar mi negocio de coaching para científicos en Canadá me costó mucho porque estaba muy apegada a mi idea y no hacía caso a mis mentoras. Al final tuve que admitir que me tocaba empezar de nuevo, con resignación e impaciencia porque había invertido tiempo, ilusión, dinero y no me apetecía nada tener que volver a empezar, ¡nada!
Pero ¿qué otra opción te queda? ¿Quedarte protestando y renegando? De eso nada, me tomé unas vacaciones y aproveché para hacer la mudanza a España y asentarme en Valencia mientras reorganizaba ideas y a empezar de nuevo.
3. Sabes lo que quieres pero te has quedado sin recursos, con una mano delante y otra detrás. En este caso, si ya sabes lo que quieres y estás decidida a conseguirlo, ¿qué necesitas? Encontrar recursos, así que a ser creativa y a tener paciencia. A veces podrás pedir créditos o ayuda a conocidos, pero otras veces te tocará apretarte el cinturón e ir ahorrando, o buscarte un 2º trabajo para poder costearte los gastos. No es fácil, ya, si lo fuera todo el mundo sería multimillonario y haría lo que quisiera. Pero si esa es tu situación ese es el sacrificio.