Cómo diseñar tu plan de carrera para lograr tus objetivos
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- Categoría: Reflexion
- Publicado el Sábado, 6 Julio 2013 8:00am
Hace un tiempo, conversando con una colega, me contó muy relajada que le pidió a su jefe que le explicara cuál era el plan de carrera que la empresa tenía para ella. Esto me sorprendió bastante y me resultó ciertamente poco correcto pero me di cuenta que también… es algo bastante habitual. Que alguien más que tú decida tu plan de carrera es lo mismo que tu jefe decida tu próximo destino para las vacaciones!, o hasta que alguien más decida con quién te vas a casar (bueno, eso en algunas culturas es muy habitual, pero a mí me parece una locura) o dónde vas a vivir o qué casa te vas a comprar.
Un plan de carrera no es ni más ni menos que un mapa de ruta para llegar adonde tú quieras llegar. Para ser exactamente lo que tú quieres ser profesionalmente. Si alguien más lo decide por tí, esa persona está manejando tu vida, tu carrera y dónde vas a llegar.
¿Qué te parece? ¿Quieres tomar el control de tu carrera o se lo dejas a alguien más? Imagino que quieres tomar el control de tu carrera así que te invito a diseñar cuál será tu mapa de ruta para llegar a tu destino deseado. Un sueño puede parecer algo utópico, pero cuando lo visualizas como una dirección hacia la cual moverte, se convierte en algo más concreto: es tu visión de futuro. Sea tu vida o tu carrera, diseñar tu futuro te dará las características y cualidades de qué es lo que quieres lograr en el futuro para que luego puedas armar un plan, un mapa para llegar hacia ese destino.
Imagina que es como pensar en tus vacaciones. ¿Con cuánta anticipación planificas tus vacaciones? Conozco gente que planifica sus vacaciones casi un año antes de efectivamente vivirlas. Piensan que irán, por ejemplo, en el próximo año al Caribe. Se visualizan allí. Con sus ropas ligeras, bebiendo un cocktail junto a la piscina de uno de esos hoteles lujosos que tienen todo incluido. Conseguirán una linda habitación con vista a la playa. Y tomarán varias excursiones: buceo, snorkel, y otras actividades que no pueden disfrutar usualmente. Por la noche cenarán cada día en un restaurante diferente y luego tomarán una bebida en algún bar antes de dormir.
¿Puedes imaginar con lujo de detalles tus próximas vacaciones? ¿Dónde te gustaría ir? ¿Cómo pasarías las mañanas, las tardes y las noches? ¿Qué tipo de actividades harías? ¿Hace frío o calor? ¿Con quién o quiénes estás pasando esas vacaciones?
Sueña contigo, de aquí a 5 ó 10 años: ¿quién serás? Piensa en todos los aspectos de tu vida: ¿Cómo es tu trabajo?, ¿Cómo es tu carrera? ¿Qué características tienes? ¿Qué habilidades manejas, qué capacidades dominas? ¿Cómo se compone tu familia?, ¿Qué cualidades tiene tu pareja?, ¿Cómo es tu entorno?, ¿Y tu casa?, ¿Qué tipo de relaciones tienes?, ¿Qué haces para divertirte?, ¿Con quién compartes tus fines de semana?.
Esto determinará tu visión futura de ti mismo en algunos años. Le llamaremos “visión estratégica” porque es la que marcará la dirección y hacia la cual dirigirás tus esfuerzos y tus estrategias para lograrlo. Otra forma de hacerlo es pensando en la vida o la carrera de alguien que admires. Descríbela e imagina que tú estás viviéndola ¡con todo lujo de detalles!
¿Qué cosas te gustan de esa vida? ¿Qué es exactamente lo que admiras y lo que te gustaría disfrutar de esa situación? ¿Cómo es un día en la vida de esa persona? No te limites, es un sueño y aunque no sepas cómo o no se parezca a tu vida actual, ¡anímate a soñarte en grande! Identifica qué es importante para ti: cuando visualices tu futuro deseado, ¿qué es lo más importante para ti?, ¿cómo te sientes?, ¿qué es lo que más disfrutas?
Una vez que tengas esas respuestas, estarás descubriendo cuáles son los valores personales, cuál es la importancia personal que se ve representada en ese futuro soñado. A este valor le llamarás “impulso personal” porque es el que te empuja, el que te mueve hacia esa visión de futuro, hacia ese sueño que quieres cumplir.
Si sigues en el ejemplo de las vacaciones, podrías decir que tu “impulso o valor personal” puede ser la tranquilidad o la paz interior que sentirás mientras descansas con todos tus pensamientos en orden y serenidad. También podrías decir que tu “impulso personal” es la independencia, que sentirás porque tomaste la decisión de ir de vacaciones tú solo y has decidido el rumbo y planificado hasta el último detalle.