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Lunes, 29 de Abril del 2024
| 9:20 am

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¿Puedo hacer algo para estar mejor / qué puedo hacer?

Nadie nos ha enseñado cómo tenemos que reaccionar o enfrentarnos a estos sucesos. Por eso, puede parecer que reaccionemos de forma extraña. Por ejemplo, que intentes no pensar en lo ocurrido y rechaces hablar del tema, aunque no lo consigas. Es una reacción habitual con la que intentas librarte del desasosiego.

Evitar pensar, evitar hablar de lo ocurrido no son modos eficaces de olvidar, al contrario, eso hace que el recuerdo vuelva a nosotros con más fuerza. Pensar y recordar para poder asimilarlo y darle un sentido, es muy importante. Contar lo que has vivido, la historia que describe tu experiencia personal, ayuda a integrarla, de forma adecuada, en tu vida. Para contar esta experiencia de forma que realmente te ayude a superar tu angustia debes tener en cuenta algunos aspectos:

1. Cuéntalo en primera persona. Es a ti a quien le ha ocurrido, eres tú quien ha sufrido, visto o sentido todo lo que pasó en ese momento.

2. Cuéntalo en presente. Es fundamental revivir el suceso como si estuviera ocurriendo en el mismo momento en que lo imaginas/ relatas.

3. Describe TODO lo que viste, sentiste, oíste y pensaste. Es decir, todo aquello que el suceso generó. Para ayudarte a relatar esta experiencia puedes intentar responder a algunas de estas preguntas:
a. ¿Cómo describirías lo que ocurrió?
b. ¿Dónde estabas?
c. ¿Con quién?
d . ¿Cuánto duró?
e. ¿Qué hacías en ese momento? ¿Qué hiciste para sobrevivir?
f. ¿Cuáles fueron tus primeros pensamientos?
g. ¿En qué pensabas cuando te evacuaban?
h. ¿Qué pensamientos persisten en tu mente?
i. ¿Qué sentías en ese momento?
j. ¿Qué sentiste después de que ocurriera todo?
k. ¿Cómo te sientes ahora?

4. Debes saber que no se trata de un interrogatorio, ni de una búsqueda de hechos; sólo dejar que fluyan tus recuerdos del suceso. Puede ser difícil recordar algo tan duro, pero será útil para que afloren pensamientos y emociones que tienes que cambiar.

5. Centrarte en las emociones puede ayudar a que las comprendas mejor y a que se vayan diluyendo poco a poco. No se trata de dejar de sentir, sino de que los sentimientos puedan ser soportables.

6. A medida que leas, escuches o hables de lo sucedido podrás comprobar cómo las emociones van siendo más llevaderas. Por eso, es importante hacer el ejercicio tantas veces como sea necesario. Comprobarás cómo cada vez es menos difícil pensar o hablar de ello.

7. Existen varias maneras en las que puedes llevar a cabo el relato de tu experiencia. Todas ellas son válidas. Elige aquella que te haga sentir menos incómodo:
a. Escribe la historia como si de un diario se tratase.
b. Grábala de una sola vez o poco a poco, y después escúchalo.
c. Cuéntaselo a una persona cercana para ti.